Tras llevar de la mejor forma posible la cuesta de enero, has decidido que vas a comprar un nuevo coche. Llevas un tiempo ahorrando y tienes un par de modelos a la vista, pero no terminas de tener claro con cuál hacerte, ni tampoco si vas a necesitar un préstamo o no para poder pagarlo.
Las soluciones financieras de este tipo llevan un buen tiempo apareciendo en internet también. Desde que las nuevas tecnologías comenzaron el nuevo boom tecnológico, haciendo que, por ejemplo, en España
más del 90% de la población esté conectada a la red, plataformas conocidas como financieras online han aumentado en número y opciones. Tanto es así, que su presencia se ha vuelto algo de lo más habitual.
Un panorama que puede llevar a más de una confusión, y es que los solicitantes de créditos o préstamos pueden encontrarse ante una tesitura bastante peculiar. A la hora de pedir un préstamo, a qué acuden, ¿a un banco o a una entidad financiera? Ambas opciones ofrecen unos productos que, en ocasiones, son muy similares tanto por forma como por contenidos. Pero, ¿qué los diferencia?
Conocer qué hace que ambas entidades se distancien entre sí es muy importante. Y más ahora, con una
posible crisis en camino y con los préstamos siendo una de las herramientas a las que se recurre cuando hay complicaciones en lo económico. Vamos a ver qué diferencia a los bancos de las financieras para que sepas bien a qué estás recurriendo si vas a solicitar cualquier solución económica de este tipo.
Bancos frente a financieras: las diferencias
Hay mucho en común entre ambos organismos. De hecho, el mero hecho de ofrecer a los consumidores préstamos de diversa índole hace que estos puedan caer en la confusión a la hora de distinguir unos de otros. Ya hemos adelantado que no son lo mismo, ni por asomo. Sin embargo, ahora vamos a ver qué es lo que nos lleva a decir eso. Es decir, vamos a ver cuáles son las principales diferencias entre ambos.
Servicios disponibles
Lo que ofrecen las financieras es siempre lo mismo. Su especialización en el ámbito de los créditos hace que, aunque tengan un abanico inmenso de opciones disponibles, todo sus servicio gire en torno a los mismos. Es cierto que gracias a esto puedes encontrar fórmulas como los créditos rápidos, los créditos sin ASNEF o incluso los
préstamos online 2000 euros; pero más allá de este producto financiero, no hay nada más de su parte. No pueden hacer más.
Una entidad bancaria hace mucho más. Por supuesto, también brinda préstamos, pero más allá de eso, puede ofrecer seguros, planes de pensiones, asesoramiento bursátil y mucho más. Su actividad se extiende por otros derroteros ligados a lo económico. No profundizan tanto en los préstamos, por lo que cuentan con menos variedad que las financieras; pero sí que ofrecen más en otros campos.
Generación de ingresos
En base al punto anterior, la obtención de ingresos es muy diferente para ambas entidades. Las bancarias pueden captar pasivos a través de cuentas de ahorros mediante las cuentas corrientes, como también por otros mecanismos. De hecho, pueden incluso negociar con inmuebles u otro tipo de bienes para mantener su liquidez intacta o incluso incrementarla.
Las financieras no pueden hacer eso. Dado que su actividad está limitada a la concesión y tramitación de préstamos y de créditos, su único pasivo proviene de este servicio. Solo obtienen ingresos a través de la firma de sus productos financieros, lo que hace que sean mucho más limitadas ya no solo en su radio de acción, sino también en su potencial de crecimiento.
Por supuesto, a la hora de solicitar un crédito, el consumidor siempre debe tener en cuenta las condiciones que más le beneficien y por supuesto el tipo de producto que necesita. No es lo mismo pedir un crédito hipotecario que un crédito rápido en 24 horas. Ambas propuestas difieren por completo tanto en importes como en cuotas y condiciones en general. Y eso, al mismo tiempo, implica acudir a un banco o a una financiera para obtener lo que se desea.
El panorama de los créditos en línea es cada vez más amplio y cuenta con un abanico de opciones que no deja de crecer. Es algo que pone muchas facilidades a los consumidores, pero que también exige andarse con ojo. Las condiciones de estos productos a veces pueden establecer unas exigencias poco beneficiosas para el solicitante, algo que se suele manifestar sobre todo en las cuotas o en los intereses.
A tenor de esto último, es algo que suele estar mucho más presente en financieras que en bancos, de ahí que las soluciones online tengan que analizarse con tanto ojo antes de dar el paso y confirmar nada. A fin de cuentas, aunque tengan un punto en común bastante grueso, financieras y bancos son entidades muy distintas entre sí.
Fuentes: Marketing4Ecommerce | LibreMercado | 24Préstamo