En una entrevista con Caracol Radio, González dijo que desde el año 1988 hasta el 2002-2003 “está concentrada la mayoría de los más de 27.000 registros” de los desaparecidos.
En otras ocasiones distintas autoridades habían informado de cifras de entre 21.000 y 23.000 desaparecidos.
El mismo González había informado en julio pasado a Efe que su despacho había recibido denuncias de unos 22.000 desaparecidos en el país.
El jefe de esa dependencia de la Fiscalía colombiana indicó además que sus funcionarios han visitado decenas de municipios para buscar esas víctimas, “convocar a los familiares, recabar información desde el punto de vista judicial, a tomar muestras de sangre y escuchar información para saber dónde están las fosas”.
El perfil de los desaparecidos es el de “gente humilde, trabajadora, que se dedicaba a labores domésticas, a labores del campo, labores del comercio”, explicó el funcionario.
El registro fue recopilado gracias a denuncias de los familiares de los desaparecidos durante las jornadas de atención a víctimas en audiencias especiales de la ley de Justicia y Paz, marco legal de la desmovilización de miembros de grupos armados.
En esas diligencias, los familiares de los desaparecidos han argumentado ante la Fiscalía que no volvieron a tener noticias de sus seres queridos y han señalado a los presuntos autores de esos crímenes.
“Hay muchos actores que han propiciado esa desaparición forzada de estas personas.
Los desmovilizados (paramilitares de la ultraderecha armada, principalmente), han confesado”, señaló González.
Entre 2003 y 2006 se desmovilizaron más de 31.000 paramilitares de la ultraderecha armada en Colombia.
El jefe de la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía atribuyó la mayoría de los casos “en un 75 a un 80%, a grupos paramilitares”, mientras admitió que el resto corresponden a “grupos de la subversión” (guerrillas).
Hasta ahora, miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), sometidos a la ley de Justicia y Paz, confesaron haber hecho desaparecer a unos 2.300 colombianos y han guiado a la Fiscalía a la ubicación de las fosas en las que se encuentran sus restos.
González destacó las confesiones de Hernán Giraldo, jefe de grupos paramilitares en el norte el país, quien reconoció la desaparición de unas 170 personas en la Sierra Nevada de Santa Marta (norte) y sus alrededores.