El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha reiterado hoy su llamada a ETA para que se disuelva y, con la frase "no habrá nada a cambio de nada porque nada puede haber", le ha advertido de que no habrá contrapartida alguna por parte del Ejecutivo al desarme que ha anunciado.
Ha sido en Euskadi, en la clausura del congreso del PP vasco, donde Rajoy se ha referido a ese anuncio de que ETA pretende culminar su desarme el próximo 8 de abril.
Rajoy no ha hecho comentario alguno sobre la reunión, desvelada por varios medios, que mantuvo el pasado martes en el Palacio de la Moncloa con el lehendakari, Íñigo Urkullu.
El Gobierno no ha confirmado ni desmentido oficialmente ese encuentro, pero otras fuentes consultadas por Efe han certificado que se produjo y que en ella Rajoy trasladó a Urkullu que el Ejecutivo hará que se cumpla la ley en todo momento.
Ayer, en su intervención en otro congreso regional del PP, el de Madrid, ya instó a la banda terrorista a cumplir el anuncio de desarmarse y a que "de paso" también se disuelva, al tiempo que garantizó igualmente que su Gobierno seguirá aplicando la ley.
En su discurso de hoy en Vitoria ha reiterado su apelación a ETA a que se desarme ya, pero también a que se disuelva "y ponga fin a esto de una vez".
"Ya saben lo que queremos, que acabe esto, que termine ya, y ya saben lo que tienen que saber: no habrá nada a cambio de nada porque nada puede haber", ha añadido.
Rajoy ha asegurado que el Ejecutivo aplicará la ley como ha venido haciendo siempre y se ha mostrado convencido de que de la misma forma actuará el Gobierno francés.
Se trata, según ha recalcado, de la posición "última" del Gobierno y del PP: "Lo que esperamos es la disolución ya y esta posición que mantenemos es la justa, la democrática, la que preserva la dignidad de las víctimas del terrorismo y la más eficaz para la disolución definitiva de ETA como el tiempo está acabando de demostrar".