El secretario general del Grupo Popular en el Congreso, José Antonio Bermúdez de Castro, ha pedido al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, "poner de su parte" y acudir a la Conferencia de Presidentes, un foro en el que se van a abordar "problemas" que afectan a los ciudadanos. De hecho, y después de que En Comu Podem haya reclamado elecciones ya porque ve imposible un referéndum, ha advertido de que "los problemas de los catalanes no se resuelven con elecciones cada seis meses".
En declaraciones a Europa Press, Bermúdez de Castro ha señalado que su partido está "dispuesto a hablar" de 45 de los 46 puntos recogidos en el informe que Puigdemont entregó en abril a Mariano Rajoy, salvo el que afecta a la unidad de España y la soberanía nacional con la convocatoria de un referéndum en Cataluña.
El dirigente 'popular' ha recalcado que hay una oferta de dialogo "franco y sincero" dentro de lo que el Gobierno de Mariano Rajoy "puede hablar y negociar", al tiempo que ha puesto en valor cómo el Ejecutivo ha "atendido" estos años las necesidades de los 7,5 millones de catalanes.
Así, ha subrayado que desde 2012 "ha habido un canal de financiación para garantizar los servicios públicos de 55.000 millones" y ha recordado que Cataluña es la segunda comunidad con mayores inversiones, 11.000 millones desde ese mismo año.
"NO TIENE SENTIDO SEGUIR EN EL DESAFÍO"
Ante la negativa de Puigdemont a asistir a la Conferencia de Presidentes que se celebra el 17 de enero en el Senado, Bermúdez de Castro ha asegurado que el Gobierno seguirá con la "mano tendida" a la Generalitat, pero ha resaltado que ésta "también tiene que poner de su parte" porque ese foro que reúne a las comunidades es "importante" para "resolver muchos problemas" y abordar debates como la financiación autonómica.
"Creo que en esa política de lealtad recíproca el señor Puigdemont debería también dar pasos en esa dirección. Lo que no tiene sentido es mantenerse en el desafío y en el órdago rupturista, que va contra la historia, la legalidad y la convivencia en Cataluña. Eso no va a llevar a ninguna parte porque es dar prioridad a la ruptura antes que al bienestar de los catalanes", ha proclamado.
En este sentido, ha indicado que los catalanes "merecen un Gobierno que priorice sus problemas y fundamentalmente se centre en lo que importa a la gente, que es el empleo". A su juicio, el desafío independentista "lo único que crea es tensión, problemas y daño a la convivencia en Cataluña".
"Colocar a la Generalitat y al Parlamento catalán fuera de la legalidad no ha llevado a ninguna parte, como tampoco llevaría a ninguna parte ese nuevo intento de referéndum --ha manifestado--. Está claro que no existe el derecho de secesión, ni amparado por la historia ni por la ley ni el derecho internacional, ni existe el derecho a la ruptura unilateral del marco de convivencia".
En su opinión, lo que existe es el derecho a "convivir" entre los catalanes, a entenderse y forjar un futuro de prosperidad y bienestar, lo que significa "respetar la ley porque la democracia nace con la libertad pero vive con la ley". Según ha recordado, la ley no se puede aplicar ni cumplir a "conveniencia".
VOLVER A LA LEGALIDAD Y A LA SENSATEZ
Dicho esto, el secretario general del Grupo Popular ha asegurado que "la solución a todo este problema es la vuelta a la legalidad y a la sensatez, y a reconstruir puentes y lazos afectivos".
En cuanto a si ve esa vuelta a la legalidad más factible con la salida de Puigdemont --que ha dicho que no será presidente dentro de un año--, ha aconsejado al actual presidente catalán a hacer su "propio balance" y ver "cuántas leyes ha aprobado para mejorar la vida y el bienestar de la gente".
Ante el hecho de que En Comú Podem rechace una consulta unilateral y defienda convocar elecciones, Bermúdez de Castro ha afirmado que "los problemas de los catalanes no se resuelven con elecciones cada seis meses" porque "lo único que se traslada es incertidumbre e inestabilidad" y "eso no es bueno".
NO A UNA REFORMA CONSTITUCIONAL SIN CONSENSO
Al ser preguntado si cree que una reforma de la Constitución podría solucionar el encaje de Cataluña en España, ha señalado que "una cosa es el talante dialogante" y otra "plantear una reforma constitucional para un problema que podría seguir vivo y que podría meter a todos los españoles en un problema mayor".
"Para eso no hay que hacer una reforma constitucional, sobre todo porque hay algunos que quieren utilizar esa reforma para debilitar los grandes valores y los grandes consensos de nuestro marco de convivencia", ha avisado.
El secretario general del Grupo Popular ha recordado que para modificar la Carta Magna "hay que tener muy claro el objetivo" y estar de acuerdo "en el diagnóstico y las soluciones". Es más, ha defendido que cualquier cambio en el texto fundamental cuente con consenso, tanto inicial como final.
"Hay que saber cuál es el punto de partida y cuál es el punto de llegada. Nuestra Constitución fue de todos y para todos y, por tanto, cualquier reforma tiene que ser de todos y servir para todos", ha asegurado, para agregar que no se puede pasar "de una Constitución de la concordia a una Constitución de la discordia porque sería un fracaso".
Tras recordar el progreso que ha permitido la Constitución, ha manifestado que hay que ser "muy prudente y leal antes de abrir el melón de una reforma" porque no puede servir para "dar satisfacción a unos pocos", para "solucionar problemas de partido" o "cambiar sin consenso las reglas fundamentales" de convivencia.