El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha solicitado al Banco de España información pormenorizada sobre las reuniones mantenidas por el organismo con Bankia durante el año de su debut en bolsa así como las conclusiones, resúmenes e informes fruto de estos encuentros.
En un auto al que ha tenido acceso Efe, el magistrado requiere toda "comunicación, registro o archivo" asociados a las reuniones semanales entre los inspectores y directivos de BFA-Bankia que pudieran tener un "impacto real o potencial relevante en la solvencia, liquidez o rentabilidad" del grupo.
El organismo también deberá adjuntar las conclusiones que de "manera informal y flexible" fueran elevadas a la jefatura por el equipo de inspección, así como datos sobre la situación de los mercados mayoristas y de las emisiones de Bankia, los movimientos de depósitos y cartera crediticia e información sobre la gestión de tesorería.
Además, Andreu reclama al Banco de España las "conclusiones, resúmenes e informes" relacionadas con las reuniones de carácter extraordinario mantenidas a lo largo del 2011.
El pasado junio, el magistrado ya libró oficio a la institución pidiendo documentación acerca de los eventuales encuentros mantenidos con los directivos de la entidad antes de su debut bursátil, requerimiento al que el Banco de España respondió con un escrito en el que reconoció reunirse asiduamente, al menos dos veces por semana, con Bankia.
En una comunicación remitida al instructor del caso, la división de expedientes sancionadores del organismo explicaba que, con carácter general, los miércoles y jueves de cada semana se celebraban sendas reuniones con los directivos del área de contabilidad y los encargados de la liquidez del grupo.
Un procedimiento habitual seguido con todas las entidades grandes, es decir, aquellas con las que el supervisor mantenía un seguimiento continuado, según explicaron a Efe fuentes próximas al Banco de España.
Al margen de las reuniones periódicas existía también la posibilidad de otras extraordinarias cada vez que el equipo de inspección "lo consideraba necesario para abordar cuestiones particulares".
En todos estos encuentros no se redactaba un acta formal pero sí se elevaba a la jefatura, "de una manera informal y flexible, las principales conclusiones de las mismas cuando existía algo relevante", información que ahora solicita el juez para dilucidar si existen o no los suficientes indicios de delito para procesar a los investigados por el caso Bankia.