El 10 de marzo de 2007, Yeremi Vargas, un niño de siete años que jugaba con sus primos frente a la casa de sus abuelos en la localidad grancanaria de Vecindario, desapareció. Desde entonces su familia ha movido cielo y tierra para encontrarlo sin ningún resultado.
El sospecho número uno: Juan Ojeda Bordón.
Conocido como Juan ‘el Rubio’, o también como el “borracho”, “drogadicto” y “depravado que pegaba a su difunta madre. Así hablan de él sus vecinos.
La policía, lo puso en el punto de mira desde el primer momento. Fue detenido por la desaparición de Yeremi pero puesto en libertad por falta de pruebas. Cinco años más tarde, otro menor le denunció por agresión sexual. Está cumpliendo condena por ello, preso en la cárcel de Botafuegos, en Algeciras, donde se encuentra aislado de sus compañeros porque su vida corre peligro. Fue trasladado desde la prisión de Gran Canaria después de recibir varias palizas por el resto de presos.
Son cuatro los indicios que señalan a Juan Ojeda como el verdadero culpable de la desaparición de Yéremi. Su coche el día de la desaparición, que vivía en el barrio, la agresión sexual a otro niño y los comentarios aparentemente inculpatorios que una vez en prisión hizo a otros internos.
Los días posteriores al rapto de Yéremi hubo en torno a 60 llamadas de vecinos, 15 de ellas diciendo que habían visto aparcado durante unos minutos un Renault 5 de color blanco a unos quince metros de la casa de los abuelos del pequeño. Su propietario era ‘el Rubio’.
Pero ¿quién es El Rubio? Vivía en el vecindario y paseaba por el descampado cada día. Era chatarrero, y cuando el niño desapareció se mudó al casco antiguo de la ciudad. Vivió en varias casas de alquiler hasta que construyó una chabola en el barranco de Tirajana, al sur de la localidad.
El Rubio siempre ha negado a la Guardia Civil los hechos por los que le acusan, pese a que el juez le imputa los delitos de detención ilegal y homicidio de Yéremi Vargas. “Se hace el sueco y va diciendo que le quieren meter a él lo de ese niño”, explican fuentes de la prisión de Algeciras.
La desaparación de Yéremi Vargas, uno de los casos más mediáticos de nuestro país parece acercase a su fin. Si la policía consigue demostrar la culpabilidad de Ojeda en esta desaparición, los padres del pequeño canario estarían un paso más cerca de descubrir si su hijo está aún, casi diez años después, vivo.
Fuente del vídeo:
Irispress