Ciudadanos se vende como alternativa a los partidos clásicos mientras sufre los golpes de sus rivales

Publicado: 13/12/2015
Ciudadanos se vende como alternativa a los partidos clásicos mientras sufre los golpes de sus rivales
Ciudadanos y su presidente y candidato a La Moncloa, Albert Rivera, están tratando de mantener durante la campaña electoral un mensaje en positivo y de "juego limpio" mientras intentan esquivar los golpes de otros partidos, especialmente los del PP y del PSOE, y pide a los españoles que voten masivamente el 20 de diciembre, ocultando cuál será su política de pactos el día después de los comicios.

   Una vez superado el ecuador de la campaña electoral, el candidato de Ciudadanos va a concentrar sus esfuerzos en movilizar al electorado. Considera que para lograr la victoria necesita una participación masiva en estos comicios,  así que su empeño está en convencer a los abstencionistas y a los jóvenes que votan por primera vez.

   La campaña comenzó la noche del 3 de diciembre con el lema "Vota con ilusión", una idea presente desde entonces en todos los mítines, en los que Rivera se muestra convencido de que al final "la ilusión vencerá al miedo" y Ciudadanos ganará las elecciones.

   Insiste en que C's es un partido con "las manos limpias y libres", contraponiendo esto a lo que representan el PP y el PSOE, y repite que está compuesto por personas en su mayoría novatas en política pero que proceden de la sociedad civil y cuentan con experiencia profesional.

   Responde así a las advertencias del PP de que la formación naranja nunca ha gobernado, indicando con ironía que es cierto, que no tienen experiencia en "construir aeropuertos sin aviones, saquear cajas de ahorro o dejar un país arruinado".

DEBATE SOBRE LA UBICACIÓN IDEOLÓGICA DE C's

   Ante quienes desde la izquierda sitúan a Ciudadanos en la derecha y desde la derecha lo ubican en la izquierda, una constante que se ha mantenido durante la campaña electoral, Rivera suele decir que él no entra en el juego de "los rojos y los azules" y que su formación política es de centro.

   Frente a eso, presenta a su partido como el único capaz de sentarse a hablar con quienes piensan distinto y asegura que si gobierna lo hará "para todos los españoles, no para la mayoría", como dice el PSOE. Además, incide en que el de C's es un proyecto de cambio "viable y sensato" para hacer reformas profundas en España sin renunciar a la estabilidad y la responsabilidad.

   Al contrario que hace, en su opinión, Podemos, al que reprocha sus propuestas económicas "inviables e impagables", así como la promesa de celebrar un referéndum para que Cataluña decida si quiere seguir dentro de España.

   Precisamente, el tema del independentismo en Cataluña está apareciendo en prácticamente todos los actos de campaña de Rivera, quien rechaza los pactos con fuerzas nacionalistas y aboga por "un proyecto común para toda España". Y ahí es donde centra sus reproches al PSOE, porque cree que no puede haber "17 proyectos distintos", uno por cada comunidad autónoma, y que ninguna puede tener "privilegios".

   Pero probablemente es el PP, a la cabeza en las encuestas sobre intención de voto, el principal blanco de las críticas del candidato de C's. Rivera ha acusado al Gobierno de ser conformista, de incumplir promesas, de tener un presidente, Mariano Rajoy, que "no da la cara" en debates y entrevistas y de estar sustentado por un partido afectado por casos de corrupción.

POLÉMICA SOBRE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

   No obstante, el PSOE ha cobrado especial protagonismo desde el pasado viernes en la campaña de C's por sus críticas a la propuesta de establecer para todos los tipos de violencia doméstica el mismo agravante que para la violencia de género.

   Especialmente, porque la candidata socialista por Barcelona Carme Chacón atribuyó a Rivera una afirmación que, según él, no había hecho. Aun así, las críticas en el tema de la violencia de género no proceden únicamente del PSOE, y, consciente de que esto le puede hacer daño, C's ha tenido que dar explicaciones.

   A partir de ahí, el presidenciable de Ciudadanos ha endurecido sus palabras contra los socialistas, denunciando la "política basura" y las "mentiras", aprovechando al mismo tiempo para marcar distancias en cuanto a estrategia electoral, en el sentido de que su partido va a seguir haciendo "juego limpio" a pesar de todo.

   Otros momentos poco agradables para Rivera en estos nueve días se produjeron cuando un grupo de personas le gritaron consignas independentistas en un acto en Barcelona, en la zona de Nou Barris, o cuando varios trabajadores de Delphi le increparon durante un paseo en Cádiz.

   Algo similar ocurrió con unos activistas antidesahucios en Granada, aunque en ese caso el presidenciable reaccionó con rapidez y utilizó la ocasión para explicarles la ley de segunda oportunidad que defiende C's.

   Otro asunto que ha irrumpido en la campaña es el del terrorismo, como consecuencia del atentado en Kabul, con cuatro víctimas mortales en la Embajada española. Rivera ha lamentado la "confusión" sobre cómo sucedieron los hechos y ha pedido al Gobierno "información veraz", si bien ha evitado hacer reproches a Rajoy.

NO APOYARÁ GOBIERNOS DE PP O PSOE

   En campaña también se sigue especulando sobre el escenario postelectoral, y el presidente de C's no se cansa de decir que no va a apoyar ni a Mariano Rajoy ni a Pedro Sánchez porque su objetivo es ganarles, y que si no puede formar Gobierno se quedará en la oposición.

   A su juicio, tanto PP como PSOE preferirían que gobernase uno de los dos antes que ver a Ciudadanos en La Moncloa, y por eso llegó a advertir de una "operación para salvar al soldado Sánchez" que centraba los ataques de ambos partidos en C's.

   No obstante, en un gesto conciliador, Rivera se ha mostrado favorable a incluir en su hipotético Ejecutivo a independientes y a personas vinculadas a uno de esos dos partidos siempre que fueran válidas y capaces para el cargo.

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