La Fiscalía confía en que esta tarde se conozcan ya los primeros resultados del análisis de la caja negra del Airbus A320 que se ha hallado en el lugar del su accidente en los Alpes franceses.
En declaraciones a un grupo de periodistas, el fiscal de Marsella encargado del caso, Brice Robin, explicó que "quizá tengamos un primer resultado del análisis de la caja negra al final de esta tarde, pero los exámenes complementarios tardarán varios días".
La caja negra del aparato que graba voces y sonidos (la otra caja registra parámetros técnicos) llegó esta mañana a París, donde es estudiada por la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA) para la seguridad de la aviación civil, que tiene previsto ofrecer una rueda de prensa a las 16.00 hora local (15.00 GMT) de hoy.
Robin destacó que el primer paso será la identificación de los cuerpos, para lo que ya se está desplazando a forenses al lugar del siniestro: "Es indispensable, debemos comenzar por eso, porque se lo debemos a las familias de las víctimas".
Tras recordar que la segunda caja negra aún no se ha encontrado, el fiscal indicó que se ha abierto una investigación por "homicidio involuntario" y que en ella se ha movilizado a diez magistrados de Marsella y otros cuatro de Aix-en-Provence, así como a 200 investigadores de la Gendarmería.
"Se han hecho dos demandas vía Eurojust a los magistrados de enlace de España y Alemania sobre las condiciones en las que despegó el avión, que serán formalizadas esta tarde", explicó.
Tres asociaciones de víctimas han presentado su colaboración para acompañar a las familias e informarles de que el proceso que espera podría ser largo y penoso, dijo Robin.
Las autoridades consideran que no hay ya casi posibilidades de encontrar con vida a alguna de las 150 personas (144 pasajeros y 6 miembros de la tripulación) que viajaban en el avión, que cubría el trayecto entre Barcelona y Düsseldorf.
8 MINUTOS
El Airbus de la compañía Germanwings siniestrado hoy cuando cubría la ruta Barcelona-Düsseldorf cayó durante ocho minutos hasta estrellarse en los Alpes franceses, sin que queden esperanzas de que haya supervivientes entre sus 150 ocupantes.
Por su parte, el presidente de la compañía Germanwings, Thomas Winkelmann, informó en rueda de prensa en Colonia de que el avión, un A320 (AIPX), perdió el contacto con la torre de control francesa a las 09.53 horas GMT, cuando se encontraba a una altura de sólo 6.000 pies.
El avión había alcanzado una altura de 38.000 pies a las 09.45 GMT y después comenzó a descender.
El aparato no envió una señal de alerta antes de estrellarse, confirmó a Efe un portavoz de la Dirección General de la Aviación Civil francesa.
"Fue el controlador aéreo el que lanzó la alerta porque había perdido contacto con el avión, sobre las 10.30 hora local (09.30 GMT)", agregó la fuente, que destacó que nada indica que las condiciones meteorológicas fueran malas en el momento del accidente.
"Estaba en el espacio aéreo superior y normalmente las condiciones son buenas", concretó.
El vuelo 4U9525 de Germanwings, filial de Lufthansa, había salido de Barcelona a las 10.01 hora local (09.01 GMT) con destino a Düsseldorf, en Alemania.
En él viajaban 144 pasajeros (dos de ellos, bebés) y seis miembros de la tripulación, entre ellos un capitán con diez años de experiencia en Germanwings y su empresa matriz, Lufthansa.
Según Winkelmann, 67 de los ocupantes del aparato eran alemanes, aunque precisó que esa cifra podía variar y que no se daría más información sobre víctimas hasta que la conocieran sus familiares.
El Gobierno de España dijo que en la lista de pasajeros había 45 con apellidos españoles, mientras que se confirmó una víctima belga y hay también un número indeterminado de turcos, según las autoridades francesas.
Dieciséis de los pasajeros eran alumnos y dos profesores alemanes que regresaban a su país tras haber participado en un intercambio escolar de una semana en un instituto de Llinars del Vallès (Barcelona).
En esta localidad española reina la consternación, según comentó a Efe el concejal de Hacienda e Interior del Ayuntamiento de dicha localidad, Josep Aixandri.
También en Haltern, de la que procedían los 16 adolescentes alemanes, cuyo alcalde, Bodo Klimpel, aseguró que la ciudad vive el "día más negro de su historia".
El avión siniestrado había sido adquirido primero por Lufthansa y fue traspasado a Germanwings en enero de 2014.
Winkelmann hizo hincapié en que los aviones A320 son seguros y en que el capitán y el otro piloto, ambos formados en Lufthansa, tenían experiencia suficiente.
La compañía anunció que ha abierto una investigación del accidente, tras el cual canceló el vuelo Madrid-Düsseldorf programado para hoy aduciendo "razones operativas".
Horas después de la catástrofe, helicópteros que sobrevolaron la zona localizaron restos del fuselaje y "algunos cuerpos" de las víctimas, según el secretario de Estado francés de Transportes, Alain Vidalies.
Los equipos de rescate enviados tendrán que alcanzar una zona "inaccesible por carretera" cerca del municipio de Prads-Haute-Bléone, en el departamento de Alpes de Haute Provence.
El monitor de esquí y guía de montaña Mathieu Subé, vecino de la localidad de Barcelonette, dijo a Efe que el acceso a la zona resulta "muy difícil" y que el mal tiempo de las últimas horas lo complicará aún más.
"Conozco bien el lugar, se trata de una zona escarpada y despoblada, cubierta por la nieve" a la que "sólo se puede acceder a pie", dijo.
Este guía de montaña, cuyo equipo vio el avión segundos antes de estrellarse, alertó de que el "fuerte viento" que se ha desatado está obligando a los helicópteros a volar "muy alto".
Una portavoz del Servicio Interregional de Météo-France del sudeste francés informó a Efe de que mañana el clima "estará perturbado todo el día, no con mucha nieve, pero en cantidad suficiente para dificultar los trabajos de rescate".
Un testigo que vio el avión poco antes de que se estrellara afirmó a Efe que le sorprendió la poca altitud a la que volaba en una zona tan montañosa, aunque no percibió ningún otro elemento que delatara que el aparato se encontraba en problemas.
"Lo único que me extrañó es que a esa altura no iba a poder atravesar la montaña", relató Sébastien Giroux, que regenta una serrería en Prads-Haute-Bléone.
La Gendarmería francesa tardará varios días en recuperar los cadáveres de las víctimas, declaró al diario local "Haute-Provence Info" el teniente coronel Jean-Pierre Bloy, que precisó que "hay una docena de restos grandes, lo demás está muy disperso" en una zona "de entorno a una hectárea".