La auxiliar de enfermería Teresa Romero, que ha superado la infección por el virus del Ébola, no puede hablar de su perro Excalibur porque "se emociona demasiado".
Javier Limón, el marido de Teresa Romero, ha tomado la palabra al final de la comparecencia de su esposa ante los medios de comunicación, tras recibir el alta en el Hospital Carlos III, donde ha permanecido treinta días ingresada.
En nombre de su mujer, Limón ha dicho que tiene "un recuerdo inolvidable" de su perro Excalibur, al que consideraban como el hijo que nunca tuvieron, algo que los que tienen mascotas entenderán.
Ha agradecido a la familia amante de los animales que ha apoyado con la causa de Excalibur, una ayuda que fue "estéril", ya que, ha apuntado, "a nadie le importó lo relevante" que era el animal para una familia sin hijos.
"Excalibur fue ejecutado sin darnos si siquiera la oportunidad de alegar", ha subrayado Limón, quien ha lamentado que se haya perdido la oportunidad científica de ver el desarrollo de la enfermedad en los animales y verificar si éstos son capaces o no de transmitirla.
El marido de Romero ha resaltado que ni siquiera se comprobó que Excalibur estuviera afectado.