La auxiliar de enfermería Teresa Romero ha dedicado hoy sus primeras palabras a todos aquellos que la han ayudado a seguir con vida y ha dicho que aún se siente débil, tras superar el ébola, por lo que ha pedido que a partir de ahora se respete su intimidad para continuar con su recuperación.
Acompañada por parte del equipo médico, y en silla de ruedas, Romero ha sido recibida con un fuerte aplauso por parte de los trabajadores del centro y de los medios de comunicación que la esperaban y se ha encontrado con su marido Javier Limón, quien le ha saludado con un beso en la mejilla.