El fiscal ha pedido el ingreso en prisión de los nueve yihadistas detenidos esta semana en Madrid por reclutar y enviar radicales a Siria e Irak para integrarlos en grupos de Al Qaeda, después de que el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz les haya tomado declaración y hayan negado las acusaciones.
Según han informado fuentes jurídicas, el fiscal Daniel Campos ha pedido el ingreso en la cárcel tras escuchar su versión sobre su supuesta implicación en una trama que captaba a los yihadistas desde Marruecos y España para enrolarse en los grupos terroristas de Al Qaeda que operan en Siria e Irak, como el ISIS (Estado Islámico de Irak y Siria).
Entre los nueve detenidos destaca el presunto líder de esta célula, el marroquí Lachen Ikassrien, quien en 2009 denunció en la Audiencia Nacional haber sufrido torturas durante su estancia en Guantánamo entre 2002 y 2005, hechos que se investigan desde esa fecha en un procedimiento que mantiene abierto el juez Ruz, después negarse a archivarlo tras la reforma de la justicia universal.
El resto de arrestados son dos españoles, otros cuatro marroquíes, un búlgaro y un argentino y todos ellos conformaban con Ikassrien una red que abría enviado al menos a nueve "combatientes" a hacer la Yihad a zonas en conflicto como Irak y Siria.
Ikassrien, según los investigadores, ejercía un férreo control y disciplina sobre todos ellos, imponiendo correctivos a aquellos que expresaran algún tipo de crítica o pusieran en peligro la seguridad del grupo.
Según informó el Ministerio del Interior a raíz de las detenciones, la labor del grupo estaba dirigida a la financiación, captación, radicalización, adoctrinamiento y envío del máximo número de yihadistas a las filiales de Al Qaeda en Siria e Irak, donde se habrían integrado plenamente y participado en atentados.