La grabación de la videocámara de una entidad bancaria del paseo de Gràcia de Barcelona avala la versión de Ester Quintana sobre sus movimientos a lo largo de esta calle previos a perder un ojo, según ella por el disparo de una pelota de goma de los Mossos d'Esquadra durante la huelga general del 14 de noviembre.
Según han explicado a Europa Press fuentes judiciales, el vídeo de esta oficina del Banco Santander --situada a la altura del cruce con la calle Casp-- confirma su testimonio en el Juzgado de Instrucción 11 de Barcelona que investiga el caso, sobre cómo bajó paseo de Gràcia tranquilamente con su pareja y, al ver que había tumultos entre manifestantes y antidisturbios en torno a Plaza Catalunya, volvió a subir la calle por la acera contraria.
Fue después cuando llegó al cruce de Paseo de Gràcia con Gran Via cuando se giró y, según su relato, recibió un pelotazo de los Mossos que le dejó sin visión del ojo izquierdo, algo que la Consejería de Interior rechaza tajantemente porque asegura que ese día no se dispararon pelotas de goma.
Por otra parte, los GPS de las furgonetas de los antidisturbios situadas cerca de donde Quintana perdió su ojo no han servido para aclarar ni la situación, ni los horarios, ni los movimientos de los vehículos durante la manifestación.
Estos datos los había pedido el juez a la Consejería de Interior para ver si podrían ayudar a delimitar el posicionamiento exacto de los tres furgones que estaban en esa zona y aclarar si alguno de estos agentes pudo haber disparado a Quintana, han explicado a Europa Press fuentes judiciales.
El juez del caso también ha recibido el informe remitido por la Consejería de Interior en el que señala que una furgoneta de Mossos, la Drago 414 de la Brigada Móvil (Brimo), estaba aparcada cerca de donde cayó herida Quintana --junto a otras dos--, y que uno de los agentes de este vehículo disparó una salva (sin proyectil).
INFORME DE ASUNTOS INTERNOS
Este informe elaborado a 'motu propio' por la División de Asuntos Internos de los Mossos d'Esquadra (DAI) ha propiciado que el consejero de Interior, Ramon Espadaler, decidiese apartar a los siete mossos de esta furgoneta por "falta de confianza" en ellos porque, según él, le ocultaron donde estaban situados y que dispararon esa salva.
Otro informe anterior, del 12 de diciembre de 2012 elaborado por el subinspector que estaba al mando de las tres furgonetas --imputado en el caso junto a un escopetero--, ya recogía la presencia de los tres vehículos en la zona y que varios agentes se habían bajado; pero no que la Dragó 414 disparase esa salva.
La versión de Espadaler contrasta con la que ha dado a Europa Press el portavoz del sindicato SAP-UGT al que pertenecen los mossos apartados, Valentí Anadón, que ha asegurado que ni Asuntos Internos ni la Consejería interrogaron nunca a estos agentes sobre este punto, por lo que ve imposible que mintiesen.