Paradores y sindicatos han llegado a un acuerdo sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que implica 350 despedidos pero que no contempla el cierre de ningún establecimiento de la cadena y reduce los cierres parciales a una veintena de establecimientos tras una maratoniana reunión de más de doce horas que finalizó al filo de la medianoche, plazo límite de la negociación.
En la última reunión en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) que se ha prolongado desde las once de la mañana hasta la medianoche, los responsables de Paradores y del Comité Intercentros, formado por CCOO y UGT, han alcanzado este acuerdo 'in extremis' cuyas medidas tendrán efectos desde este mismo mes de enero.
Según fuentes de la negociación, finalmente serán 350 los trabajadores despedidos en lugar de los 644 propuestos por la dirección de Paradores y ningún establecimiento de los 94 que conforman la red hotelera cerrará de manera definitiva, frente a los siete previstos al principio de la negociación.
En cuanto a los despidos, ambas partes han acordado que, con el objetivo de que los mismos sean "lo menos traumáticos posible", se abra la posibilidad de que los trabajadores se puedan acoger a un plan de adhesiones voluntarias a las condiciones de extinción de los contratos de trabajo incluidos en el despido colectivo.
El acuerdo alcanzado a medianoche rebaja también el tiempo de duración de los cierres parciales previstos en un primer momento para 27 establecimientos. Así, frente a los cinco meses previstos inicialmente, el cierre afectará a una veintena de establecimientos y será de tres o cuatro meses en casos concretos y del periodo vacaciones, establecido en 40 días, para la mayoría de ellos.
En concreto cerrarán tres meses los paradores de Bielsa, Albacete, Cervera de Pisuerga y Tui, mientras que se extenderá a los cuatro meses en el caso de Ayamonte, Cazorla, Limpias, Puebla de Sanabria, Villafranca del Bierzo, Verín y Vilalba.
Los paradores Alcañiz, Aiguablava, Artíes, Cardona, la Seu D' Urgell, Vic Sau, Vielha, Guadalupe y Monforte de Lemos harán cierre vacacional de 40 días. Se salvan del cierre, por contra, Arcos de la Frontera, Teruel, Almagro, Manzanares, Oropesa, Benavente, Gredos, Tordesillas y Ferrol.
Aunque el acuerdo final no contempla ningún cierre definitivo, sí se verán afectados 15 restaurantes de la red de hoteles de alta categoría por cierres definitivos o temporales, que en las mayoría de los casos coincidirán con el periodo vacacional, indicaron fuentes sindicales.
MEJORA DE LAS INDEMNIZACIONES
Igualmente, la dirección de Paradores ha aceptado también una mejora de las indemnizaciones, que serán de 25 días por año trabajado con un máximo de 20 mensualidades y que finalmente afectarán también a los de León y Santiago de Compostela, que cuentan con convenio propio.
Asimismo, se ha alcanzado un acuerdo sobre flexibilidad laboral, el punto que más discrepancias ha generado en esta última reunión. A este respecto, entre otras medidas, se ha establecido la elaboración de un calendario laboral de turnos, horarios y días de descanso con un mes de antelación, y no un año como se proponía inicialmente.
Además, se ha acordado la reducción de la jornada laboral de 400 trabajadores en un 25%, así como la reducción y eliminación de algunos complementos salariales y retribuciones variables, la supresión de los dos días de asuntos propios, que hasta ahora tenían los trabajadores, de libre disposición.
En declaraciones a Europa Press, Enrique Sánchez, presidente del Comité Intercentros, ha valorado positivamente el acuerdo alcanzado en la medida en que se han rebajado los despidos y se ha evitado el cierre de establecimientos.
Por su parte, la dirección de Paradores ha expresado en un comunicado su agradecimiento a los representantes de los trabajadores "la responsabilidad con la que han abordado este proceso en todo momento, que permite afrontar el futuro inmediato desde una perspectiva de cambio y recuperación".
PLAN A AJUSTE.
El plan de viabilidad propuesto en un principio por la compañía incluía el cierre definitivo de siete establecimientos de la red, cierres temporales durante cinco meses para otros 27 y el despido de 644 trabajadores, el 14% de la plantilla.
Según este plan, los cierres afectaban a los establecimientos de Albacete, el de Manzanares (Ciudad Real), Ayamonte (Huelva), Ferrol (A Coruña), Puerto Lumbreras (Murcia), Teruel y Verín (Ourense).
Los sindicatos mostraron desde el principio su más "absoluto" rechazo al ERE, ya que en los términos planteados, afectaría a unos 1.500 trabajadores de los 4.600 que tiene en plantilla (400 en servicios centrales), incluidas las salidas.
La compañía justificó su plan ante la "insostenible" situación financiera de la empresa, que ha visto caer su índice de ocupación de un 70% en 2007 a un 52% en 2013, con unas previsiones de pérdidas de unos 30 millones en 2012.