La huelga de trabajadores de Paradores, convocada para el lunes 31 de diciembre en protesta por el plan de viabilidad y el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) propuesto por la empresa, que contempla el despido de 350 empleados, ha contado con un seguimiento de entorno al 60%, según han informado a Europa Press fuentes sindicales.
Sin embargo, fuentes de la compañía han rebajado este porcentaje al 11,09% al asegurar que sólo 472 trabajadores de los 4.258 empleados de Paradores ha secundado el paro. Además, las mismas fuentes han precisado que en 35 de los 94 centros de la compañía nadie ha hecho huelga.
Los trabajadores de la red de hoteles de alta categoría están de nuevo llamados a la huelga en Año Nuevo, tras no alcanzarse la semana pasada un acuerdo entre la directiva de Paradores y el Comité Intercentros, integrado por CC.OO. y UGT, tras más de 20 horas de reunión. La negociación se reanudará el próximo miércoles 2 de enero en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA).
La última huelga tuvo lugar durante el Puente de Diciembre obteniendo un seguimiento, según los representantes de los trabajadores, del 75% en la primera jornada, mientras que Paradores lo reducía al 12%, y lo cifraba en el 10,17% en el caso del segundo día de huelga, 8 de diciembre. La dirección de Paradores cifró entonces en dos millones de euros las pérdidas por la huelga en este puente para protestar por los planes de la compañía.
La compañía ha puesto sobre la mesa una oferta que reduce a casi la mitad el número de despidos, pasando de 644 a 350 bajas, descarta el cierre definitivo de ningún parador frente a los siete inicialmente planteados, y reduce de cinco a tres meses de media el tiempo de cierre de otros 27 establecimientos de la red de hoteles de alta categoría.
Asimismo, Paradores ha incluido también en su propuesta una mejora en las indemnizaciones, que serían superiores al mínimo legal establecido, con 25 días por año trabajado, por un máximo de 19 meses, mientras que los sindicatos piden 25 días por año trabajado con 24 mensualidades de tope.
El plan de viabilidad propuesto en un principio por la compañía incluía el cierre definitivo de siete establecimientos de la red, cierres temporales durante cinco meses para otros 27 y el despido de 644 trabajadores, el 14% de la plantilla.
La compañía justificó su plan ante la "insostenible" situación financiera de la empresa, que ha visto caer su índice de ocupación de un 70% en 2007 a un 52% en 2013, con unas previsiones de pérdidas de unos 30 millones en 2012.