El jugador del AC Milan Zlatan Ibrahimovic ha asegurado este martes que no tiene ningún problema con sus excompañeros del FC Barcelona, a los que se enfrenta este miércoles en la ida de cuartos de final de Liga de Campeones en San Siro, y ha alabado a un Leo Messi que para él es el mejor del mundo y con el que se divierte viéndolo jugar.
"Messi es el mejor jugador del mundo, lo haría muy bien en Italia pero jugar en el Barcelona, con tantos cracks, es una ventaja. No hay nerviosismo entre mis ex compañeros y yo porque nos hemos llevado bien. Él bate todos los récords y cuando lo veo, me divierto", manifestó en rueda de prensa.
El sueco, lejos de tener un mal recuerdo de su estancia en el Barça, aseguró que le gustaría que los de Guardiola ganaran la Liga. "Cuando fui al Barcelona, era un sueño para mí como para todos los jugadores. No me gusta que sólo haya sido un año pero en el fútbol puede pasar de todo. Fue un gran honor y gané con ellos. Mi primer año en el Barça fue mi mejor año de todos los debuts. No me da vergüenza decir que he estado en Barcelona y que quiero que gane la Liga este año", espetó.
En cuanto a su mala relación con el técnico blaugrana, no quiso entrar en detalles ya que es pasado para él. "Para nosotros no es importante si nos daremos la mano. Cada uno tenemos nuestros problemas. El Barcelona ha mejorado con respecto al tiempo en que yo estaba, tienen nuevos jugadores y se conocen más", argumentó.
Pese a la mejor culé, aseguró estar "preparado" para este duelo y para evitar otra victoria blaugrana, como el 2-3 en la fase de grupos. "No sé lo que sucederá pero daremos el máximo. Todo el equipo debe hacer un partido perfecto, yo y todos. Jugamos contra el equipo más fuerte del mundo de los últimos cinco años. No será como en la fase de grupos y sabemos que mañana no podemos permitirnos una derrota", apuntó.
"Estoy bien y espero seguir así. No sé si estoy al nivel de Ronaldo y Messi, no debo juzgarlo yo. Si alguien supiera el punto débil del Barcelona ya le habría ganado. Al final del partido analizaremos lo que hicimos bien y lo que no", recordó de aquel partido.
En este sentido, aseguró ser muy feliz en Italia y en el Milán, algo que le ayuda a estar a este nivel tan alto pese a jugar en una competición en la que predominan los sistemas defensivos. "La mentalidad italiana es similar a la mía, juego en un club fantástico, me quieren a mí y a mis hijos que ya son un poco italianos. Contra el Barcelona habrá que hacer nuestro partido y nuestro juego. A mí no me gusta el juego defensivo pero la táctica depende del míster", manifestó.