El tenista español Rafa Nadal ha asegurado este lunes tajantemente que "en España no hay un problema con el dopaje" y ha afirmado, que aunque es el primero que quiere un "deporte limpio" y con "controles antidopaje", no está de acuerdo con las "formas", porque le parecen "injustas" y que atentan contra "la privacidad de los deportistas".
"Yo creo que no tenemos un problema en España con el dopaje, creo que el dopaje existe en España, en Francia, en cualquier sitio del mundo porque siempre hay gente dispuesta a hacer trampas", señaló en 'Los desayunos de TVE'. "Estoy seguro de que no hay ningún deportista de élite que esté compitiendo y esté dopado, es imposible a día de hoy", sentenció.
El balear fundamentó esta afirmación en la "brutalidad" de los controles antidopaje a los que son sometidos los deportistas. "Tengo que decir los 365 días del año dónde voy a estar, tengo que reservar una hora de cada uno de esos 365 días para la gente del control antidopaje", indicó en una crítica al sistema ADAMS de localización.
El manacorí no está de acuerdo con este sistema ya que, por ejemplo, a las tres faltas por no acudir al control, "te ponen un año de sanción y esa es la realidad". "Es un atentado contra la privacidad de los deportistas y como persona no puede ser correcto lo que pasamos. Ahora bien, vaya por delante que soy el primero que quiere un deporte limpio, controles antidopaje como el que más, pero con las formas no puedo estar de acuerdo porque me parecen injustas", advirtió.
"EL DEPORTE ESPAÑOL TRIUNFA POR LOS VALORES QUE TODOS SABEMOS".
Con respecto, a la polémica suscitada por los guiñoles franceses en las que ponían en duda la honorabilidad de los logros del deporte español, el campeón olímpico destacó que "es un tema pasado". "Creo que se han excedido porque es un ataque contra el deporte español en general, de manera injusta, queriendo dar una explicación a algo de una manera que no es", comentó.
"El deporte español triunfa por los valores que todos sabemos, pero aquí se acaba. También nosotros lo hemos alimentado más dándoles mucha publicidad", afirmó. "Si las Federaciones quieren tomar medidas, vale, pero lo que no podemos hacer es darle más publicidad", advirtió, añadiendo que no cree que los españoles pasen "más controles ahora porque unos guiñoles hayan salido diciendo lo que han dicho, es un tema profesional".
El tenista español más laureado de la historia justifica la aparición de los guiñoles en los recientes éxitos del deporte español en las citas importantes que se celebran en Francia. "En Francia hay dos acontecimientos importantes durante el año, el Tour y Roland Garros y hay muchas victorias del país vecino, que somos nosotros. No creo que los franceses ni nos odien ni nos tengan manía por eso, simplemente quieren ver ganar a los suyos o a gente diferente y, a lo mejor, les cuesta aceptar que un país un 'pelín' más pequeño que ellos haya conseguido más títulos", se sinceró.
Nadal se refirió también a la actitud del público francés en Roland Garros y la falta de apoyo que recibe. "Cuando salgo a jugar, probablemente, es de los sitios del mundo donde el apoyo es menor. El público se ha suavizado mucho en los últimos años, hasta me ha animado. La gente está contenta cuando gano, pero quiere ver ganar a gente diferente", aseguró.
"Si te digo mi sentimiento real es que yo soy muy querido en Francia, sobre todo, cuando paseo por la calle: me animan, me desean suerte", añadió al respecto el manacorí. "Casi todos los sitios donde voy me apoya bastante gente y esto es motivo de satisfacción personal y eso quiere decir que estas haciendo las cosas bien, no sólo dentro de la pista sino fuera y esto es algo importante y bonito para mi", concluyó.