Los sindicatos esperan que la dirección aclare sus remuneraciones y las adapte tras el esfuerzo de la plantilla
Los 7,5 millones de euros que se calculan cobran los copresidentes de Banca Cívica, Antonio Pulido y Enrique Oñi, centrarán buena parte de las intervenciones que se den hoy en la asamblea de Cajasol, que preside Pulido, además las “distorsiones” que se han generado en el proceso de integración del nuevo banco, que fuentes sindicales achacan a la falta de “talante” y a la “bicefalía” de la dirección.
La asamblea de Cajasol, que los sindicatos tachan de “light” tras el traspaso de negocio a Banca Cívica, servirá para que los sindicatos demanden a la dirección de la entidad claridad y transparencia ante las “desmedidas” remuneraciones de sus copresidentes (7,5 millones entre ambos) y su adaptación al esfuerzo que ha realizado la plantilla en el proceso de integración.
“Queremos que nos reconozcan el trabajo que ha realizado la plantilla”, señala Isabel Lara, de CCOO-Comfia, y que la dirección conteste a las 4.000 firmas que han pedido que ese sacrificio se vea reflejado en la dirección, ya sea con unas remuneraciones adecuadas como con dejar de jugar con la plantilla mediante “globos sonda” de nuevos recortes cuando no se han sentado con los trabajadores, extremos que comparte UGT, según Josu Pardo.
Los sindicatos entiende el “proceso de reestructuración y concentración complejo” que ha vivido la entidad y que puede vivir en el futuro, pero demandan un cambio de actitud en la dirección de Cajasol, que es decir Banca Cívica. Mientras CCOO considera que el problema ha estado más en la “falta de talante” de la copresidencia que dirige la entidad, UGT lo sitúa en la inoperatividad de la bicefalía.