El emperador ingresó el 6 de noviembre en el centro hospitalario tras permanecer tres días con fiebre, lo que podría agravar su bronquitis, según informó la Casa Imperial a través de un comunicado. Los médicos afirmaron que abandonaría el hospital el viernes, pero fue incapaz de hacerlo a causa de una recaída.
Los médicos han afirmado que podría estar desarrollando bronquitis u otra enfermedad respiratoria, por lo que le han cambiado los antibióticos. El equipo médico ha declinado especificar por cuánto tiempo el emperador tendrá que permanecer en el hospital, pero han dicho que, aunque quizá podría ser dado de alta en una semana, preferirían que descansara hasta finales de mes.
Es la segunda vez en este año que el emperador debe ser ingresado. En febrero se sometió a un tratamiento médico para las arterias coronarias.
El Gobierno de Japón ha autorizado temporalmente al príncipe heredero, Naruhito, a actuar en nombre de su padre. Apenas unos días después de su hospitalización, le sustituyó en la ceremonia otoñal de condecoración de ciudadanos destacados.
Akihito, de 77 años de edad, accedió al cargo tras la muerte de su padre, Hirohito, en 1989. Constitucionalmente, el emperador está considerado un "símbolo estatal y de la unidad del pueblo".
Aunque su intervención en la política del país es mínima, el emperador cobró protagonismo a raíz del terremoto y el tsunami del pasado 11 de marzo al dar un discurso televisado, algo muy poco habitual.