La Policía Nacional ha detenido, fruto de una operación contra el narcotráfico, a tres individuos residentes en el barrio sevillano de Triana, cabecillas de una red hispano-argentina de tráfico de estupefacientes. Los individuos, que se hacían pasar por turistas, guardaban en un piso de Triana 124 kilos de cocaína, y otros 60 en un vehículo intervenido también por la Policía. Uno de los delincuentes, de nacionalidad argentina, estaba siendo buscado además por la Interpol.
Los detenidos, de nacionalidad argentina y española formaban parte de una red que operaba en Sevilla, Málaga y Alicante.
La droga, era distribuida por los narcos desde Sevilla, mediante vehículos que partían con destino a otras provincias. En la operación, también han sido detenidos dos individuos, que trasportaban la mercancía en coche desde Sevilla hasta Alicante.
La Policía, fruto de la investigación, encontró también una finca en la sierra malagueña donde supuestamente se almacenaba la droga. El dinero resultante de estas actividades ilícitas, se encontraba en un piso de Estepona, desde donde era enviado a Argentina.
En total, han sido detenidas doce personas, y se han incautado 250 kilos de cocaína, además de 600.000 euros en efectivo en la operació. La mayor parte del dinero incautado procedía de los beneficios obtenidos con sus actividades ilícitas y era custodiado por uno de los miembros de la red que se encargaba de enviarlo a los responsables del grupo en Argentina.
Según ha informado el Ministerio del Interior, entre los arrestados en Sevilla se encuentra un ciudadano, también argentino, que portaba documentación falsa y era buscado por Interpol por un homicidio.
Los agentes tuvieron conocimiento de la presencia en nuestro país de una organización que estaba planeando la introducción y distribución de una importante partida de sustancia estupefaciente. Los agentes averiguaron que el grupo, asentado en distintas provincias de la geografía española, pretendería introducir al menos dos importantes partidas de droga, una de las cuales podría encontrarse ya en Málaga o Sevilla.
Asimismo, posteriormente supieron que los investigados habían ultimado los detalles para el envío de un primer cargamento a la provincia de Alicante. Una vez fijada la fecha de la transacción, dos de los investigados junto con la mujer y la hija de uno de ellos, viajaron hasta Sevilla para recoger la cocaína. Para el desplazamiento emplearon dos vehículos, uno de los cuales disponía de un doble fondo en el que ocultarían la droga para trasladarla hasta Alicante.
Según ha explicado Interior, a primera hora de la mañana del día acordado para la entrega, los proveedores de la droga les dieron una bolsa deporte que introdujeron en el maletero de uno de los coches. Seguidamente iniciaron el viaje de regreso a Alicante en los dos automóviles, uno de los cuales viajaba varios kilómetros por delante para alertar al otro en caso de detectarla presencia policial.
Sin embargo, cuando circulaban a la altura de Murcia una patrulla policial les dio el alto. El vehículo lanzadera logró eludir la acción policial. En el otro automóvil los agentes localizaron cinco paquetes de un kilo de peso cada uno que iban ocultos en dos huecos situados tras las ruedas traseras. Los dos ocupantes fueron detenidos.
FINCA DONDE CUSTODIABAN LA DROGA
Tras esta primera aprehensión se constató que la organización investigada disponía de droga en España y que había iniciado los contactos con los compradores para su distribución. El cerco sobre los investigados se fue estrechando y de este modo se localizó una finca de difícil acceso, situada en la sierra de Málaga, donde podrían almacenar el estupefaciente. La finca era custodiada por dos varones, padre e hijo, que colaboraban estrechamente con los responsables de la red.
Fruto de las vigilancias a las que fueron sometidos se observó como abandonaban la casa en un vehículo. Ante la posibilidad de que transportaran parte de la droga que guardaban se estableció un dispositivo policial y se interceptó su marcha. Efectivamente, en el interior de una maleta llevaban diez paquetes de cocaína, con un peso aproximado de 10 kilos, por lo que fueron arrestados.
Estas detenciones desencadenaron un amplio dispositivo para proceder a la localización del resto de implicados en la investigación y al registro de las viviendas utilizadas por ellos. Una vez que se contó con autorización judicial se registró la finca en la que se habían realizado los dos últimos arrestos en Málaga. Con el apoyo del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT) de la Policía Nacional, de la unidad de Guías Caninos y de especialistas en Policía Científica de Málaga se encontraron en la casa otros 48 paquetes de un kilo de cocaína cada uno.
DETENIDOS EN SEVILLA
De manera simultánea, otros tres miembros de la red fueron detenidos en Sevilla. Dos de ellos portaban identidades supuestas de Paraguay y posteriormente, tras lograr su plena identificación, se supo que en realidad se trataba de dos súbditos argentinos, uno de los cuales estaba buscado por Interpol por un homicidio.
Las detenciones continuaron en la capital hispalense, donde también se encontraban los principales responsables de la organización encargados de la distribución de la cocaína. Residían en un piso del barrio de Triana donde aparentaban ser turistas y en el que se decomisaron 124 kilos de cocaína a los que se suman otros 60 que guardaban en el maletero de un coche.
Además se pudo llegar hasta el piso donde guardaban los enormes beneficios que les proporcionaban estas actividades ilícitas, situado en la localidad malagueña de Estepona. En el inmueble se intervinieron 576.000 euros en efectivo y se detuvo al responsable de custodiar el dinero y de organizar su envío a los responsables de la organización afincados en Argentina.
Finalmente se arrestó a otras dos personas más en el aeropuerto de Málaga alas que se intervino otro kilo de estupefaciente y 74.000 euros en efectivo.