Tanto el imputado como la víctima se presentaron ante la Guardia Civil por separado para denunciarse respectivamente por lesiones, presentando para ello los correspondientes partes después de que, supuestamente, el imputado increpase al otro y lo amenazara “con cortarle el pescuezo”.
De esta manera se inició una reyerta “en la que ambos se propinaron todo tipo de golpes”, antes de que el ahora imputado, identificado como M. C. M, le partiese la nariz a su contrincante de un puñetazo poniendo fin a un conflicto entre los dos cuyo origen se remonta al intento del imputado a robar en casa de los padres del otros.