“Son casas que hizo el Ayuntamiento, y se vendieron muy baratas”, explicó a este periódico José Antonio Núñez, portavoz de IU en el Coronil. Según explicó, una inmobiliaria compró ya la casa al Banco de Andalucía “y se la quiere vender ahora a la familia por 15 millones de pesetas, cuando la hipoteca era de cinco”.
Ante el gran número de concentrados, el representante del juzgado, que tenía que notificar la orden de desalojo, rehusó de hacerlo. Dos horas después informó a un mediador de los indignados que el juez detenía el desahucio “hasta nueva orden”.
Este movimiento ha detenido ya 45 desahucios en un mes en todoa España.