La ventaja de los conservadores portugueses sobre el socialismo gobernante aumenta en las encuestas a medida que se acercan las elecciones del domingo
La ventaja de los conservadores portugueses sobre el socialismo gobernante aumenta en las encuestas a medida que se acercan las elecciones del domingo, aunque siguen lejos de una mayoría absoluta.
Mientras los líderes de los dos grandes partidos que se disputan el poder en Portugal redoblaron hoy los llamamientos al voto "útil", para que un Gobierno estable pueda sacar al país de la crisis económica, los últimos sondeos ratifican que para mantenerse en el poder precisarán de alianzas.
El Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha), que en las últimas semanas había perdido fuelle e incluso fue superado en algunos sondeos por el Partido Socialista (PS), se mantiene al alza en la segunda y última semana de la campaña electoral con un porcentaje de intenciones de voto entre el 36 y el 38,5 por ciento.
El PS del primer ministro dimisionario José Sócrates, obtiene en esas encuestas, divulgadas hoy por varios medios lusos, entre el 30,1 y el 31 por ciento, con un descenso de hasta cinco puntos en comparación con algunos muestreos anteriores.
La tercera fuerza del arco parlamentario luso, el Partido Popular (CDS-PP, demócrata cristiano) sigue también al alza y con un apoyo entre el 9,7 y el 11 por ciento, que podría dar al país una mayoría absoluta conservadora en alianza con el PSD.
Los dos partidos de la oposición han hablado ya de repetir posibles acuerdos y gobiernos conjuntos como los protagonizados en anteriores elecciones, pero su crecimiento en las encuestas ha distanciado en las últimas horas sus discursos.
Pedro Passos Coelho, presidente del PSD y gran rival electoral de Sócrates insistió en pedir que el voto se concentre en su partido para garantizar la estabilidad del país, que en los próximos tres años deberá honrar los estrictos compromisos de su rescate financiero internacional, de 78.000 millones de euros.
Por su parte el líder del CDS-PP, Paulo Portas, que aspira a tener uno de los mejores resultados electorales de la historia del partido, pidió el voto con el argumento de que la ventaja del PSD es tan alta que ya no hay peligro de una victoria socialista.
Sócrates no se amilanó ante los sondeos y aseguró hoy que va a haber una "sorpresa" en las urnas, en las que está obligado a ganar claramente para mantener el poder por falta de posibles aliados.
Los otros dos partidos relevantes que se presentan a las elecciones portuguesas, el Comunista y el Bloque de Izquierda, ambos marxistas, parecen estancados en el apoyo de un 13 a 15 por ciento del electorado y han centrado sus campañas en una oposición al PS tan dura como la conservadora.
Las elecciones legislativas que celebra Portugal este domingo, con casi dos años y medio de antelación, deben resolver la crisis de Gobierno abierta con la dimisión de Sócrates en marzo pasado, tras el rechazo parlamentario a su cuarto plan de saneamiento económico.
Tras la caída del Ejecutivo, Lisboa pidió ayuda financiera externa, que ya ha empezado a recibir de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de un estricto plan de ajustes económicos que deberá cumplir el Gobierno que salga de las urnas en los próximos tres años.