La Casa Blanca está considerando todavía si difundir la imagen o no
El líder de Al Qaeda, Usama Bin Laden, no estaba armado en el momento del asalto de las fuerzas especiales estadounidenses a su mansión en Abbottabad, unos 50 kilómetros al norte de Islamabad, la capital paquistaní, según ha confirmado este martes Jay Carney, el portavoz de la Casa Blanca, en una rueda de prensa.
Carney ha justificado que Washington no haya difundido aún la fotografía de Bin Laden muerto a que esta es "atroz". La Casa Blanca, ha apostillado, está considerando todavía si difundir la imagen o no.
En su primera reacción tras el anuncio de la muerte de Bin Laden, los talibán afganos han señalado este martes que no han visto pruebas aceptables de que el líder de Al Qaeda esté muerto. Asimismo, el escepticismo ha crecido con el paso de las horas debido a los escasos detalles desvelados por el Gobierno estadounidense sobre la operación.
Por otra parte, Carney ha descartado que la muerte de Bin Laden vaya a condicionar la salida de los soldados norteamericanos de Afganistán. "Nuestra lucha contra Al Qaeda continuará todos los días y todo nuestro personal en Afganistán está centrado en ello", ha subrayado.
Pakistán y Estados Unidos han reafirmado hoy martes su compromiso de luchar contra la insurgencia islamista a raíz del escepticismo expresado por la comunidad internacional sobre el hecho de que la Inteligencia paquistaní no tuviera conocimiento de la localización de Bin Laden o, en su defecto, lo tuvieran y no hubieran actuado.
A colación, Carney ha asegurado que el futuro de las relaciones entre la Administración estadounidense y Pakistán depende de "los intereses que compartan y la cooperación que forgen". "Es una relación complicada", ha admitido, "y tenemos nuestras diferencias".
En la "más alta operación llevada a cabo por Estados Unidos en muchos años", Carney ha desvelado que las fuerzas especiales dispararon a una de las mujeres de Bin Laden, "que corrió hacia los soldados norteamericanos", pero no ha fallecido, sino que ha sido herida en una de sus piernas. El lunes, la Casa Blanca sostuvo que también habían acabado con la vida de la esposa del líder de Al Qaeda.
El asalto perpetrado por el contingente estadounidense duró 40 minutos, según ha confirmado el portavoz de la Casa Blanca. "Esperábamos una gran resistencia y así fue. Había mucha más gente armada en la vivienda", ha añadido.
Carney ha restado importancia a las informaciones que apuntan que la muerte de Bin Laden beneficie "políticamente" al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
Bin Laden "se ha escabullido de nuestra vista exitosamente durante mucho tiempo. No es el único objetivo de alto valor que se esconde en áreas urbanas", ha apuntado.