La visita del presidente de EEUU, Barack Obama, y su esposa Michelle, será uno de los actos principales de la agenda de una ciudad que recordará a las más de 1.800 personas que murieron en el desastre.
Obama pronunciará un discurso en la histórica Universidad Xavier, destruida parcialmente por la catástrofe y donde insistirá en sus planes para acelerar la restauración de la ciudad.
Sus palabras también recordarán la mañana del 29 de agosto de 2005 en la que el corazón del huracán que avanzaba con vientos de unos 200 kilómetros por hora tocaba tierra en la desembocadura del río Misisipi en el Golfo de México.
En pocas horas, los diques del lago Pontchartrain y del Delta del Misisipi se derrumbaron y las aguas inundaron el 80 por ciento de Nueva Orleans, problema que hasta este año no han terminado de solucionar.