Según las investigaciones preliminares, pendientes de confirmar, los fallecidos serían de El Salvador, Honduras, Ecuador y Brasil.
Un testigo y sobreviviente de la masacre acudió a las autoridades para declarar que los inmigrantes fueron secuestrados por un grupo armado mientras intentaban alcanzar la frontera con Estados Unidos, explicaron en rueda de prensa.
El testigo, de nacionalidad ecuatoriana, se encuentra hospitalizado ya que sufrió una herida de bala en la garganta, señaló el portavoz de la Procuraduría General de la República, (fiscalía), Ricardo Nájera.
Tras la declaración del testigo, tropas de la Marina se desplegaron en la comunidad de San Fernando, en Tamaulipas, donde se produjo un enfrentamiento en el que murieron un militar y tres delincuentes.
Proseguidas las pesquisas, las autoridades hallaron en un rancho cercano los cadáveres de 72 personas, 58 hombres y 14 mujeres, cuyos restos han sido ya levantados y trasladados al Servicio Médico Forense.