Según la información facilitada por la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) a las Embajadas en Chile, toda la región de Bío Bío, en el sur del país, está sin energía eléctrica, sin agua potable y sin gas y calcula que hay unas 400.000 personas afectadas.
Momentos antes, la directora de ese organismo, Carmen Fernández, advirtió de que la cifra de víctimas mortales “puede aumentar” en la medida que lleguen a lugares afectados por el temblor, a los que hasta ahora no han podido acceder.
Agregó que sólo en Bío Bío, una de las regiones más castigadas por el seísmo, los damnificados son unas 400.000 personas.
El intendente (gobernador) de Bío Bío, Jaime Tohá, dijo que los muertos podrían llegar a unos 60 en la región, en cuya capital, Concepción, se teme que hasta seis decenas de personas estén atrapadas bajo los escombros de un edificio de 14 pisos que colapsó.
En Talagante, localidad situada unos 40 kilómetros al suroeste de Santiago, un matrimonio y sus cuatro hijos murieron aplastados al derrumbarse la construcción en la que se encontraban.
En el archipiélago de Juan Fernández, a unos 600 kilómetros de la costa chilena, frente a Valparaíso, las autoridades locales afirmaron que tres pobladores fallecieron y otros 13 se encuentran desaparecidos, mientras que una docena de heridos fue evacuada vía aérea.
Según el Instituto Geológico de EEUU, el seísmo alcanzó una magnitud de 8,8 grados en la escala de Richter, mientras que el Instituto Sismológico de la Universidad de Chile lo sitúa en 8,3 grados.
En cuanto a la situación de las infraestructuras, el aeropuerto de Santiago está cerrado debido a problemas estructurales en el edifico principal.
La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) está estudiando adoptar medidas de emergencia para habilitar en las próximas 48 horas la terminal aérea, que actualmente permanece cerrada, según la información facilitada por la Onemi a las representaciones diplomáticas.
El principal problema para restablecer el tráfico aéreo, sin embargo, es que hay problemas de acceso en la autopista Vespucio Norte, que circunda la capital chilena y comunica con el aeropuerto.
Desde la región de Valparaíso hasta la de la Araucanía (distantes entre sí unos 800 kilómetros) hay numerosas zonas con cortes de agua potable, alcantarillado y telefonía.
En la Región Metropolitana de Santiago el suministro eléctrico está interrumpido en varios municipios, e incluso el de agua potable.
Casi 60 réplicas
Hasta última hora de ayer 58 réplicas siguieron al terremoto registrado en Chile, algunas de las cuales han superado la magnitud 6 en la escala de Richter, según el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS, en inglés).
La mayoría de los movimientos telúricos tuvieron su epicentro en las localidades chilenas de Bío Bío, Maule o Valparaíso, y seis de ellos fueron de grado 6 o superior, incluido uno frente a las costas de Bío Bío que alcanzó 6,9.
En la localidad argentina de Salta, a unos 1.500 kilómetros de Buenos Aires, también ocurrió ayer un terremoto, en el que murió un niño de 8 años y otros dos resultaron heridos al desmoronarse una pared.
No obstante, Marcelo Peña, del Instituto Nacional de Prevención Sísmica de Argentina, explicó que ese terremoto fue probablemente provocado por una falla geológica local y no está relacionado con el sismo de Chile.
Las autoridades de ese país calculan que ese sismo tuvo una fuerza de 6,1 en la escala de Richter, mientras que el USGS la calcula en 6,3.
Según el Instituto estadounidense, su epicentro se localizó en el mar, a 59,4 kilómetros de profundidad y frente a las costas de la región del Maule, en el centro del país.
Las localidades costeras de Viña del Mar y Valparaíso, al oeste de la capital chilena, permanecían ayer con las calles vacías y los comercios cerrados, mientras los vecinos hacían un recuento de los daños que provocó el terremoto.
“Se fue la luz, temblaron los televisores, empezó a caer arenilla del techo y dije: Se va a caer todo”, relató a Efe un ciudadano.