Este año de nuevo la situación de los inmigrantes que han llegado a Jaén ha superado todas las previsiones y ha desbordado los dispositivos que se suelen preparar con mucha antelación, cuando ni siquiera hay previsiones reales de lo que va a ocurrir. En los últimos años cuando se reúne el Foro Provincial de Inmigración, que parece trabajar con supuestos que quedan lejos de la realidad, en todo momento se pretende controlar el flujo de las llegadas y se organizan las salidas de parte de los inmigrantes que llegan para evitar en lo posible el colapso, y todo a pesar de que no hay muchas posibilidades reales de encontrar un trabajo en la recolección de la aceituna. Pero con todo ello, como en cierto modo es fácil de entender, la avalancha de inmigrantes no cesa y en los últimos días se ha conocido un panorama al que pocas veces se había llegado en la ciudad, prácticamente a no tener control sobre el total de la población inmigrante que nos ha ido llegando y que ha creado un situación excepcional de emergencia como han ido reconociendo los colectivos sociales involucrados. No queremos pecar de alarmistas y culpar a ninguna administración en concreto del preocupante estado real que se ha tornado gravísimo, esto seguramente sería lo más fácil en este momento, por tanto queremos poner un especial énfasis en lo verdaderamente importante, que es en primer lugar dar respuesta adecuada a los varios cientos de personas que se encuentran en Jaén, habilitando los espacios que sean necesarios, que los hay, y en segundo término es oportuno que el Foro Provincial de Inmigración que tiene funciones de coordinación y control, valore lo ocurrido y ponga los medios para poder controlar estas llegadas masivas para que la respuesta de Jaén sea acogedora y solidaria y no se den circunstancias, como verlos dormir en la calle en días de tanta adversidad climatológica, para colocarnos en escaparates que en justicia no nos corresponden porque este pueblo sabe estar a la altura de las circunstancias.
Tenemos que valorar el esfuerzo realizado porque en realidad nunca se está suficientemente preparado para intervenir ante este tipo de dramas a los que nos hemos de enfrentar cada año, por tanto mientras dure esta realidad ahora, y para temporadas sucesivas, hay que aprender de las experiencias y dentro de ellas más de la falta de previsión que de la mala fe, porque si de algo tenemos seguridad es de que tanto las administraciones como los colectivos que intervienen tienen la voluntad y el firme compromiso de atender la cruda realidad social. Tal vez la pregunta que debamos hacernos es el motivo por el que vienen en busca de la solidaridad y la acogida de Jaén. Y esto nos debe motivar aún más a no defraudar a tantas personas que no hacen turismo, van de un lado para otro tratando de abandonar duras condiciones y ganarse la vida con un mínimo de dignidad.