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España

Los abriles de Núñez Feijóo, "un gallego más" que aspira a presidir el Gobierno

"Hoy soy presidente de la Xunta, siempre un gallego más", concluyó su intervención Núñez Feijóo el 18 de abril de 2009

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  • Núñez Feijóo. -

El nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, abandonará en los próximos días el Gobierno de la Xunta de Galicia, justo después de cumplirse el 13 aniversario de su primera toma de posesión, fecha desde la que ha gobernado ininterrumpidamente en la comunidad con cuatro mayorías absolutas.

"Hoy soy presidente de la Xunta, siempre un gallego más", concluyó su intervención Núñez Feijóo el 18 de abril de 2009 en la plaza del Obradoiro ante 5.000 personas, en un acto popular tras su toma de posesión como presidente autonómico.

En los próximos días pasará a ser ese "gallego más", eso sí, líder del principal partido de la oposición, con la aspiración de ser presidente del Gobierno y las buenas perspectivas que le ha dibujado el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Una encuesta en la que lo que muchos llaman el "efecto Feijóo" ha disparado al PP, que se ha colocado a solo 3 puntos del PSOE y en una de sus mejores posiciones desde las últimas elecciones generales.

Al panorama político nacional, Feijóo llega repitiendo muchos de los compromisos que ya había formulado en Galicia.

Durante el debate de su primera investidura, celebrado el 14 de abril de 2009, Núñez Feijóo había comprometido un Ejecutivo "fuerte, austero y cohesionado, dialogante y unido en torno a un único liderazgo".

Además, había asegurado que los populares no habían llegado al Gobierno gallego "a restaurar el pasado" -los 15 años de gobiernos de Manuel Fraga y los siete anteriores de Xerardo Fernández Albor- "ni a derribar lo que hicieron bien" sus antecesores, sino que aspiraban a representar a una "Galicia nueva", sin "rencores ni dogmas".

Eran los tiempos inmediatamente posteriores al gobierno de coalición en la Xunta entre PSdeG y BNG (2005-2009) y también los de los primeros coletazos con intensidad de la profunda crisis mundial que durante varios años mantuvo a las principales economías del mundo en recesión, y que afectó especialmente a los países del sur Europa.

Una crisis, sin embargo, que no le impidió revalidar y ampliar su mayoría absoluta en octubre de 2012.

Ya en aquel debate de su primera investidura, en 2009, Núñez Feijóo había anticipado mensajes que estos días ha repetido en sus distintos mítines por España; la promesa de un gobierno "en permanente coalición con los ciudadanos de Galicia", un compromiso que el pasado mes hizo extensible al conjunto de los españoles durante su gira de campaña por toda España para ser elegido líder del PP.

Trece años después de aquel discurso y toma de posesión, en los que Núñez Feijóo ha igualado las mayorías absolutas conseguidas por Manuel Fraga en Galicia, el político gallego está al frente del principal partido de la oposición en España (PP) tras haber dejado pasar la oportunidad hace cuatro años, cuando prácticamente todo el mundo daba por hecho que sería el sucesor de Mariano Rajoy, apeado del Gobierno por una moción de censura.

La profunda crisis económica; la fusión y posterior desaparición de las cajas de ahorros autonómicas, su bancarización, nacionalización y privatización; el denominado decreto del plurilingüismo, que rebajó la presencia de la lengua propia en la educación pública; la anulación de la gratuidad universal de los libros de texto y un plan de "racionalización" del gasto público, tachado de recortes por la oposición, fueron algunos de lo hitos que marcaron la primera legislatura del primer gobierno de Núñez Feijóo.

El año 2013 marcó dos instantes de infausto recuerdo en la carrera del presidente gallego. Por un lado, el triste accidente del tren Alvia, que segó la vida de 80 personas y causó más de cien heridos en un barrio de Santiago de Compostela, y que es el peor día que ha tenido como presidente, ha dicho en alguna ocasión.

Y por otra parte la publicación de unas fotos en marzo de ese año, correspondientes a la mitad de la década de los 90, en las que el político gallego, entonces alto cargo de la Xunta, aparece con Marcial Dorado, condenado en la actualidad por tráfico de drogas, a bordo de una embarcación de recreo.

No fue la única polémica relacionada directamente con Núñez Feijóo en el Parlamento después de que trascendiese que un amigo suyo, Pachi Lucas, estaba siendo investigado en la denominada Operación Zeta, por actuar supuestamente como conseguidor en un presunto fraude de subvenciones.

"Nunca tuve un mediador ni lo tendré en mi vida", dijo en una de las múltiples intervenciones en el Parlamento gallego sobre esa cuestión.

Esta segunda legislatura también había devuelto a la política institucional al veterano nacionalista Xosé Manuel Beiras, que en una sesión se levantó del escaño, atravesó todo el hemiciclo y se encaró con el presidente gallego, que asistía impertérrito a los aspavientos del líder de AGE, quien acabó golpeando el escaño de Núñez Feijóo antes de abandonar la Cámara.

También en un mes de abril, pero de 2016, ante la imposibilidad de concurrir a una sucesión aún no abierta de Mariano Rajoy -con la repetición de elecciones al Congreso pendiente-, Núñez Feijóo decidió presentarse de nuevo a las elecciones gallegas por tercera vez, en las que obtuvo una nueva mayoría absoluta; supuestamente, la última vez que lo hacía, según comprometió.

Cuatro años después, en febrero de 2020, Núñez Feijóo justificó que se presentaba por cuarta vez para mantener a Galicia alejada de la "inestabilidad" política que entendía se había instalado en España tras el triunfo de la moción de censura de 2018 y la repetición de elecciones del año 2019.

Pero en marzo de 2020 la pandemia llegó para cambiarlo casi todo e incluso provocó un retraso de las elecciones autonómicas convocadas para abril, que finalmente se celebraron en julio.

En febrero de este año, apenas dos años más tarde de la llegada de la pandemia, cuando Feijóo se acercaba al ecuador de su cuarta mayoría absoluta, un terremoto sacudió al PP y a su líder hasta hace unas semanas, Pablo Casado, que acabó abandonando el cargo y fue sustituido el pasado 2 de abril por Alberto Núñez Feijóo, el líder que no quiso dar el paso en 2018.

Si se cumplen las previsiones, su relevo en Galicia, tanto en la Xunta como en el PPdeG, estará marcado por la continuidad, ya que pasará a ocupar ambas presidencias su mayor colaborador durante todos estos años: el vicepresidente de la Xunta y presidente del PP de Pontevedra, Alfonso Rueda, que ha concitado el apoyo de todos los líderes provinciales del partido.

El lunes se convocará el congreso extraordinario en el PPdeG para resolver la sucesión de Núñez Feijóo y en unas semanas se iniciará el proceso para el relevo en la Presidencia de la Xunta, trece años después de su llegada. 

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