Picasso y la biodiversidad

Publicado: 16/10/2022
Autor

Salvo Tierra

Salvo Tierra es profesor de la UMA donde imparte materias referidas al Medio Ambiente y la Ordenación Territorial

Escrito en el metro

Observaciones de la vida cotidiana en el metro, con la Naturaleza como referencia y su traslación a política, sociedad y economía

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La biodiversidad es la variedad de seres vivos que han poblado y pueblan nuestro planeta como consecuencia de más de cuatro mil millones de años de evolución
Cuenta una leyenda que efectivamente fue así, la biodiversidad se presentó ante Picasso para que construyera la imagen del mundo inmediato. Lo hizo porque desde su genialidad era capaz de interpretar un universo cargado de oxímoros, en el epicentro de lo diverso, donde el dinamismo es estático, rompiendo lo trivial con simetrías asimétricas que superaban aquellascinco clásicas. La biodiversidad veía a Picasso como su alter ego transformador, no bastaba con ser diferentes había que alcanzar el nivel superior de la heterogeneidad, las distintas formas de vida no podían confinarse en cajones estancos, sino que era necesario que fluyese entre ellos la materia y la energía en un crisol ecosistémicode ideas, materiales, formas y colores.

Ya lo sentenció Alberti: Dios creó el mundo -dicen– y en el sétimo día, cuando estaba tranquilo descansando, se sobresaltó y dijo: he olvidado una cosa, los ojos y la mano de Picasso. Así desde la altísima creación surge irreverente la genialidad hecha hombre.

Zervos en 1935 recogía este pensamiento del gran maestro: Cuando se comienza un cuadro, se realizan a menudo descubrimientos muy atractivos. Hay que ser desconfiado, hay que destruir el propio cuadro y rehacerlo numerosas veces. El artista, incluso cuando destruye una hermosa invención, en el fondo nunca la suprime, si no que, en realidad, la transforma, la condensa y la hace más sustancial. La obra terminada es el resultado de una serie de descubrimientos lentamente eliminados y, la verdad, yo no me vendo nada a mí mismo. Es una magnífica metáfora donde el artista resulta ser la evolución, los cuadros corresponden a las especies y la destrucción e innovación recrea el proceso de la selección natural.

La biodiversidad es la variedad de seres vivos que han poblado y pueblan nuestro planeta como consecuencia de más de cuatro mil millones de años de evolución. La vida sobre La Tierra, en sus distintas formas, es una lucha permanente contra la entropía, contra la tendencia a un desorden del Universo cada vez mayor, a favor de lograr un equilibrio y un orden.Una forma de evitar, posiblemente, no solo en este pequeño rincón de nuestra galaxia, que dentro de algunos eonesel complejo universal se desintegre sin más.

Nuestra biodiversidad, la que se afinca hoy en la biosfera terrestre, es el resultado de un modelado complejo, surgido por los duros golpes del cincel de la evolución. Los grandes cataclismos geológicos fueron a veces tan catastróficos que llevaron a devastadoras extinciones. La enigmática Explosión de Avalon, hace 575 millones de años, hizo que de repente en el mar, hasta entonces habitado solo por seres unicelulares, surgieran multitud de organismos pluricelulares complejos, el origen de los linajes de los animales y plantas superiores de la actualidad. Pero el martillo accionado por una superglaciación, un intenso vulcanismo global o el estallido de una supernova golpeó sobre el cincel para llevar a la extinción al 85% de las especies. Entonces la mano creativa de la evolución volvió esculpir nuevas obras de las que hoy somos partícipes en el momento más pletórico de la biodiversidad, parece que nunca en la historia del planeta hubo tantas especies de animales y plantas.

La liebre y la tortuga de la fábula de Esopo bien retratan la relación entre la humanidad y la Naturaleza. La máquina del desarrollo humano es capaz de ir mucho más rápida que la de los ecosistemas. Desde nuestra arrogancia habrá un día en que nos detendremos para deleitarnos en nuestra autocomplacencia, entonces perderemos y la Naturaleza nos sobrepasará en la meta.

Picasso se definía como un devorador de erizos de mar, le encantaban y los pintó en decenas de cuadros. No los buscaba, se tropezó por casualidad con el emblema que otros consideraron desde la antigüedad como el huevo de la vida, la biodiversidad encerrada en un universo y protegida por agudas espinas. Una biodiversidad picassiana que, en palabras de Alberti, rebosa de habitantes, de cosas y de seres siempre vistos, que fechas cada día dándole así una edad para el futuro.

 

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