El viernes de la pasada semana amanecimos con la noticia de la suspensión de las Asambleas de los Presupuestos Participativos del 2018. En el grupo motor esta suspensión ha provocado reacciones de desencanto, ya que iniciamos con ilusión este camino en marzo y vemos como ha sufrido un varapalo.
Entendemos los Presupuestos Participativos como una herramienta armonizadora del sentido comunitario.
Una herramienta que permita a la ciudadanía pararse a pensar qué ciudad quiere compartir con sus vecinas, una ciudad en la en el futuro se pueda ver reflejadas las propuestas que idearon y votaron en el proceso.
Para que este proceso tenga las garantías necesarias, se diseña un autorreglamento, también de manera democrática y participativa.
Este autorreglamento, entre otras cosas, es el que nos advierte de la necesidad de someter a valoración técnica las propuestas presentadas para votación, valoración que, evidentemente, tiene que producirse antes de las Asambleas.
Es en este punto donde nos hemos encontrado el freno al proceso.
El viernes 27, en una reunión mantenida con la Teniente de Alcalde Delegada del área de Participación Ciudadana, se nos explicaron varios pormenores técnicos, la mayoría localizados en el área de mantenimiento urbano, consistentes en la no realización de la valoración de las propuestas pertenecientes a la citada área.
A pesar de que valoramos las explicaciones, creemos que el foco de esta situación no debería estar en las cuestiones técnicas, sino que la responsabilidad es fundamentalmente política. En este sentido, echamos en falta mayor implicación del equipo de gobierno, incluido el Concejal de Economía, la Concejala de Mantenimiento Urbano, y el Alcalde, puesto que este grupo está convencido que los mecanismos conducentes a la puesta en marcha de procesos participativos mediante democracia directa, merecen todo el respeto y atención de este equipo de Gobierno.
No podemos permitir que se ninguneen los procesos de participación ciudadana, en lo que consideramos una falta de respeto a las personas que se han acercado a las asambleas y que han decidido aportar su tiempo y disposición a hacer de esta ciudad un sitio mejor.
Creemos que las Asambleas se tienen que celebrar, y se tienen que celebrar con todas las garantías democráticas y con todo el respeto que la ciudadanía merece.
Por eso, desde el grupo motor exigimos a este equipo de Gobierno que ponga en marcha todas las soluciones necesarias para reconducir este proceso.