La gestión con la que se ha envuelto el Área de Bienestar Social que encabeza el socialista Ángel M. González de un tiempo a esta parte empieza a pasar factura, no ya a los problemas diarios de los que acuden a su puerta atraídos por las promesas dadas en el pasado, sino ya por sus trabajadores que empiezan a mostrar con toda su crudeza su malestar ante una realidad desbordada.
La Junta de Personal ha suscrito un escrito dirigido a a la Corporación en el que manifiestan que “el Área de Bienestar Social no es un sitio en el que te pagan la luz y el agua o un sitio donde los trabajadores sociales conceden o deniegan ayudas económicas”, declaran.
Aclaran que este departamento “es mucho más”, recordando que este Área “atiende a todos los colectivos sociales”, además de hacerlo ante personas que “presente vulnerabilidad”.
Siendo esto así, el personal quiere expresar su “enorme idignación por los continuos ataques, presiones, críticas y descalificaciones a nuestra labor profesional, que desde hace algún tiempo venimos sufriendo en distintos foros, medios y redes sociales”.
Por la “vulneración al derecho a la privacidad y al honor” como también por la “filtración en las redes sociales de documentos y correos internos”. Y lo más preocupante y serio es la denuncia realizada “por las reiteradas agresiones tanto físicas como verbales” sufridas “por los usuarios” y lo más insólito e inaudito, “también en algún caso de nuestros representantes políticos”.
Es por lo que el personal señala que “en muchos casos la labor profesional es dura y penosa diariamente”.
“Las denegaciones o limitaciones de estas ayudas sociales tiéne su origen, no en una mezquina valoración de las demandas de usuarios, sino en el necesario ajuste a los recursos limitados de que esta Corporación dispone”.