Comentamos en el manicomio que la Tierra se está poniendo de una manera, que ya mismo hay que estar muy locos para vivir en ella. Es nuestro caso. Tampoco hay que ser grandes observadores para comprobar que en este planeta hay mierda por todas partes, sobre todo en La Isla; además, el agua de los ríos está contaminada, el Mar Mediterráneo es una cloaca, el Océano Atlántico y el Pacífico son charcos cada vez más pringosos, el Índico, como su propio nombre indica, nos indica que la cosa va a peor... En fin, que la solución será irnos a vivir a otra galaxia, porque esta se está poniendo marrón oscuro, a ver si allí nos va algo mejor. La cosa es preocupante.
Digo todo esto, porque no paramos de leer en la prensa del manicomio que los americanos, que son unos fieras con las matemáticas, excepto para contar votos, llevan mucho tiempo haciendo cálculos y mandando aparatos y gente al espacio para buscar un sitio donde poder vivir, si es posible lejos de Trump.
Hasta ahora todos los satélites y todos los inventos que han lanzado al espacio juraban que no había agua por ninguna parte, y, claro, sin agua nos iba a entrar una sed horrorosa. Y al no haber agua es imposible que se encuentre al menos un bichito pequeñito donde agarrarse los que creen que fuera de la Tierra hay vida inteligente y lo dicen tan tranquilos como si aquí la hubiera.
Como los locos vivimos en la Luna, sabemos de qué estamos hablando. Pero de un tiempo a esta parte, repentinamente, resulta que se está descubriendo que hay agua de sobra en cualquier rincón de ahí arriba. Ahora dicen que se pincha la Luna o de Marte, incluso del Miércoles, y no explota, sino que sale agua a borbotones. ¿Qué ha pasado? Con lo listos que son estos yankees, ¿cómo no se han dado cuenta antes del tema? Es casi seguro que también hay cerveza fresca y se lo han callado como perros. Los locos no nos aclaramos, pero es que estos científicos no dan una.
Ahora se descuelgan estos señores con que por esos planetas lejanos hay abundantes depósitos de agua de distintos tamaños en los que ha quedado atrapada, como nosotros en el manicomio, agua congelada. Es lo que faltaba para animar a los que tanto les gusta el cubata con sus taquitos de hielo y su limoncito asomándose por el borde del vaso. Por lo visto, es una ventaja enorme el que haya bastante agua en los planetas, porque, cuando nos vayamos de la Tierra, no tendremos que llevar cargas de agua como los tontos. De hecho aquí se dice eso de “eres más tonto que una carga de agua”. Ya Franco, si volviera, aunque está por ver que no haya vuelto, no tendría que inaugurar pantanos y por tanto tampoco existirían los Nodos.
Según dicen, en muchos planetas hay millones de litros de agua atrapados en los minerales de la superficie y que están protegidos del hostil ambiente que se respira en esos parajes imposibles. A ver si cuando la suelten nos va a caer en el coco un chaparronazo y detrás la gota fría, que ya no nos fiamos de nada.
Los locos creemos que ante esta increíble noticia de tanta abundancia de agua, lo mejor es abrir ya todos los grifos y exigir que por fin bajen su precio y sobre todo el de la luz. Esto sí que es preocupante de verdad. Ah, y también el precio de los paraguas. Hoy los locos nos vamos a duchar veinte veces
