La comparsa de Pepito Martínez resultó ser un homenaje a los carnavaleros caídos con el paso de los años y, desde la presentación, se intuyó cuál sería la idea y la esencia de la agrupación, que volvió a sonar de una forma muy conjuntada y uniforme y que llevó al concurso, una vez más, una de las músicas más melódicas de toda la modalidad, como es habitual en su autor.
El primer pasodoble fue de presentación y sirvió para desarrollar, aún más, la idea de la comparsa. El segundo homenajeó a los voluntarios que, en Cádiz, ayudan a los indigentes a tener una vida mejor.
Cuplés, de comparsa, para la cabalgata de Reyes Magos y para una manera ‘fiable’ de saber cuándo parar de beber. Muy dignos.