La agrupación sevillana derrocha voces y le ponen muchas ganas sobre el escenario.
Se presentan estos escritores del destino con mucha fuerza. En el primero de los pasodobles describen como crearon el pasodoble y llegaron a Cádiz para cantarlo. ‘Otra vez, otra vez...’ entonan en el segundo pasodoble para describir como un niño sufre el divorcio de sus padres en silencio. Los cuplés para cumplir con lo establecido en el Reglamento. Lo que viene siendo para salir del paso. Con la pieza final ocurre más o menos lo mismo. Un grupo trabajado, con buenas voces un tipo muy comparsista -con su chistera y su barba, ‘of course’- pero con un repertorio cortito.