Sin el cándido Juan, pero con una caniche a sus brazos, hay “suegra para toda la vida” como cantan en la presentación. Por más que le pese a la mujer de su hijo.
Un regalo en toda regla. Con una guerrera al hombro, esta suegra repasa su relación conflictiva con su nuera y sus comidas. Desagradable como ella sola.
Los niños tienen otra lectura a parte. El Selu lo vuelve a hacer metiéndose en un tipo como un guante ante unas señoras que desprenden sin ocultarlo toda su malababa.
Unas ancianas con una vitalidad y un descaro patente. Defienden el primer premio con uñas y dientes. Palabra de suegra.