Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, recibió este sábado de manos de Paulo Futre y Roberto Carlos, exjugadores del Atlético de Madrid y el Real Madrid, respectivamente, el trofeo de la Liga de Campeones, cuya final se disputará el próximo 1 de julio en el Wanda Metropolitano.
"Es maravilloso acoger a dos equipos ingleses (Liverpool y Tottenham) e igual también es una manera de convencerles de que no se vayan con el Brexit. Todo se puede solucionar y esperemos que no se marchen", añadió Carmena, en relación a la acogida de los clubes británicos y sus aficiones.
Las dos figuras míticas de los equipos madrileños, embajadores de la UEFA para la ocasión, entregaron la Copa, conocida futbolísticamente como la "Orejona", a la alcaldesa en un acto celebrado en el Palacio de Cibeles, sede del ayuntamiento madrileño.
La alcaldesa consideró la final de la Liga de Campeones como "el primer acontecimiento turístico de Madrid".
Según le ha comunicado a la alcaldesa el representante de la embajada de Reino Unido, se espera que unos 100.000 aficionados ingleses acudirán a Madrid para la final entre el Liverpool y el Tottenham.
Carmena señaló que "la seguridad, el orden y la disciplina" estarán garantizados, y puso como ejemplo al final de la Copa Libertadores de América 2018 que se disputó en Madrid, entre los argentinos River Plate y Boca Juniors, donde no se registraron incidentes de consideración, y reinó el buen ambiente entre ambas aficiones.
La del Metroplitano será la quinta final de la Copa de Europa/Liga de Campeones que se dispute en la capital, tras las de las ediciones de 1957, 1969, 1980 y 2010. La primera gran final internacional que se disputará en el estadio del Atlético desde su inauguración.
