El tropiezo inesperado del pasado domingo frente al UCAM Murcia no debe dejar de lado la resurrección del Baloncesto Sevilla en las últimas semanas.
Nombrado entrenador del mes de febrero en la ACB, el actual técnico del club sevillano, Luis Casimiro, protagonista de esta entrevista para Viva Sevilla, ha sido uno de los principales valedores del positivo balance proyectado por los hispalenses para alcanzar la salvación.
¿Cuáles han sido las principales razones para el cambio del equipo?
–Creo que el mayor activo de un entrenador son los jugadores y la realidad ha sido que el equipo ha interpretado desde el primer momento lo que se le ha pedido magníficamente. Han hecho un trabajo excepcional sobre todo a nivel defensivo y de actitud, algo que he destacado porque me encontré un vestuario sano, con química y que han creído en lo que proponíamos; y desde esos intangibles hemos hecho un buen trabajo a nivel de baloncesto.
Se encuentra al llegar a un vestuario hundido... ¿Cuáles son sus primeras palabras?
–Intenté que todo el mundo tuviese la visión de arrancar una nueva etapa y sobre todo lo que les pido es que estén al máximo de intensidad y de energía. Que mentalmente estemos encarando la acción positiva siguiente aunque hayamos tenido un error o nos hayamos equivocado; amén de dotar de unas herramientas tácticas al equipo y cambios en la forma conceptual de jugar entre pívots, si bien la confianza en ellos mismos ha sido lo más importante.
Aquellas declaraciones en las que afirmaba que pretendía aprovecharse del legado de Aíto García Reneses llamaron la atención...
–No hablé ni con Scott ni con Aíto. Lo que sí es evidente y está claro es que mi forma de ver el baloncesto está más cerca de Aíto. Lo que dije es que tres pívots habían trabajado con él y estas situaciones de juego, que a mí también me gustan, las interpreta muy bien el baloncesto de Aíto. En mis primeros tres días de trabajo habíamos despertado esas ideas y el sentido de mi comentario fue un poco el de refrescar todos esos conceptos que los jugadores ya tenían adquiridos.
¿Tuvo dudas para venir habida cuenta de la complicada situación que se vivía?
–Prácticamente una semana antes de fichar tuve una conversación telefónica con el presidente; vi que creía en mí y me aportó una gran confianza para retomar mi trabajo e ilusión en los banquillos, por lo que no dudé en ningún momento. Dicho esto tengo que decir que el club está al día de todas sus responsabilidades a nivel de cancha. Los jugadores en lo único que deben pensar es en baloncesto y en lo que tenemos que hacer. Lo que nos pase más arriba no nos debe afectar, porque el resto de nuestras necesidades inmediatas están cubiertas; algo que no pasa en todos los clubes y aquí sí pasa; por lo que debemos centrarnos y saber dónde estamos para hacerlo lo mejor posible.
¿Se puede aspirar a algo más que no sea la permanencia esta temporada?
–Hemos de ser cautos, pacientes e ir con pausa. Ahora mismo hemos conseguido escalar posiciones y rebasar el límite del descenso, pero tenemos que ser fieles a lo que la situación donde estamos, pues es complicada. Es más, creo que debemos seguir con esta filosofía de remar todos juntos para salir hacia arriba, pues en el momento que empecemos a creer en algo más y que no estemos con esa necesidad de salir hacia delante como sea nos estaremos equivocando, porque la situación sigue siendo compleja y difícil.
De cumplir el objetivo de la salvación... ¿Le gustaría quedarse en Sevilla?
–Lo que he vivido aquí hasta ahora es positivo. Estoy muy a gusto y muy feliz con el club, con el equipo y la ciudad. A mí seguramente no me importaría pero es sólo una parte. Hemos de ser pacientes y ya en su día no hablamos nada más porque la exigencia y la necesidad era tanta para salvar al equipo, que lo que debemos darnos ahora es el tiempo para hacerlo y luego, cuando hayamos cumplido con el objetivo ya podremos pensar en otras cosas.
Para terminar... ¿Cuál es la fórmula para que la afición vuelva a recuperar la ilusión y las ganas de asistir a San Pablo?
–Ganando y haciendo las cosas bien como aquí ha pasado en muchos momentos de la historia de este club. Yo he vivido un gran ambiente en San Pablo. La gente lo que quiere es ver a su equipo y disfrutar con él. A partir de eso, aunque sea una ciudad donde el fútbol cala mucho, pues el baloncesto también tiene su espacio.