El piloto español Marc Márquez (Repsol Honda) ha explicado que ya está "asimilando y entendiendo que siempre" tendrá que "correr bajo esta presión" que provoca sus dos títulos mundiales consecutivos en MotoGP, al tiempo que ha reconocido que su primera parte de la temporada, con diez victorias consecutivas, "no fue normal".
"Ya estoy asimilando y entendiendo que siempre tendré que correr bajo esta presión. Se han ganado dos títulos y ahora sí que cada año, por mal que vaya el siguiente, el objetivo será intentar ganar el título y la presión será esta", reconoció Márquez en una entrevista a 'motogp.com' que recoge Europa Press.
A la hora de realizar balance de la temporada recientemente concluida, el catalán dividió el año en dos. "Al final de la primera parte de la temporada se vio que no era normal, lo normal es lo de la segunda parte, en que también cometí errores, donde las cosas estuvieron mucho más apretadas y las carreras ya se decidían en las últimas vueltas, y creo que también es lo bonito del motociclismo", recordó.
En este sentido, el piloto del equipo Repsol Honda reveló que se sentía "un poco mal" durante el parón veraniego, ya que las preguntas a sus rivales siempre iban en la línea de "qué tienes que hacer para parar a Márquez".
"Soy piloto y sé lo que es que te pregunten sobre otro piloto. Cuando es una o dos preguntas no pasa nada, pero si en cada rueda de prensa te van preguntando lo mismo y lo mismo, pues me decía que con muchos pilotos con los que tengo buena relación al final me van a coger rabia", se sinceró.
Esta gran racha de victorias hizo que "la presión fuera más" cada carrera y le supuso "una sensación rara". "Al final daba la sensación de que la gente estaba esperando a que fallara, que el día que fallara sería la noticia, y esto me creaba una presión que me hacía estar más concentrado y aún sacar más de mí mismo. Al final cuando llegó el primer fallo, entre comillas, cuando quedé cuarto en Brno, allí me saqué un peso de encima", explicó.
Además, Márquez pidió prudencia con su hermano Àlex, flamante campeón de Moto3. "Quizá yo ya lo tenía más asimilado del año pasado, pero el 'boom' más grande ha sido para mi hermano, lo de ser campeón, probar la MotoGP, dar las vueltas conmigo... Para él es todo un sueño que este invierno tiene que asimilar bien", analizó.