Betis y Valladolid han cruzado sus caminos en multitud de ocasiones, aunque sin lugar a dudas, existen dos momentos dentro de la rivalidad creciente entre verdiblancos y vallisoletanos que le dan un cariz especial al enfrentamiento del próximo domingo en el Benito Villamarín.
Una animadversión entre ambos equipos que nace en la temporada 1998/1999, cuando tras el triunfo del conjunto pucelano por 2-1 sobre el cuadro bético en el terreno de juego, acabaría transformándose días después en una victoria heliopolitana en los despachos ejecutada por Manuel Ruiz de Lopera.
Sergio Kresic, un viejo conocido del beticismo, había dispuesto en el campo durante seis minutos del partido a cinco jugadores extracomunitarios, incurriendo así en una falta administrativa por alineación indebida, otorgándole de esta manera los tres puntos al Betis por el simbólico resultado de 0-3.
Tiempo después, el Valladolid se cobraría su propia venganza deportiva en la temporada 2008/2009 en el estadio de Heliópolis. Pucelanos y béticos se jugaban la permanencia de la categoría en la última jornada de Liga. El encuentro, pese a los esfuerzos verdiblancos por ganar; requisito indispensable para poder mantenerse en Primera División, finalizó al término de los 90 minutos con empate a uno. El marcador, salvó de la quema a los blanquivioletas y condenó al equipo de las trece barras a la categoría de plata del fútbol español.
Ahora, el beticismo espera poder devolverle la moneda al Valladolid, cuyo punto ante el Real Madrid este miércoles le ha servido para sacar la cabeza del pozo del descenso. No obstante, un triunfo del Betis pondría en serios problemas al bloque de Juan Ignacio Martínez. El último servicio a la afición verdiblanca no estaría de más.