La victoria frente al Espanyol ha servido de acicate para que muchos aficionados béticos que ya daban al Betis con sus huesos en Segunda, crean de nuevo en que la salvación es más que posible.

En un año ilusionante, el beticismo ha visto como una profunda crisis deportiva e institucional ha derrumbado muchas esperanzas de poder realizar un gran año. Y para analizar tan complicada situación, uno de los capitanes del conjunto verdiblanco, Antonio Amaya, ha dado la cara en una entrevista en exclusiva para las páginas de Viva Sevilla y Ondaluz Sevilla respectivamente.

 

De la gloria europea a los puestos de descenso... ¿Cómo ha sido posible?

–El año pasado fue fantástico. Todos disfrutamos porque acabamos la temporada con el equipo metido arriba cuando nadie apostaba por nosotros y la verdad es que esta campaña, que parecía ilusionante, me hubiese jugado mis dos brazos y mis dos piernas a que el equipo no iba a estar donde se sitúa ahora. Entramos en una dinámica muy mala, se juntó un poco todo y si estamos ahora últimos es porque no hemos estado bien al margen de que ha habido detalles que no nos han favorecido.

 

Los entrenos no están siendo fáciles...

–A nadie le gusta que en su trabajo le insulten. Es verdad que la afición paga su entrada y puede hacer lo que quiera, pero la realizad es que este año estamos sufriendo mucho los jugadores y pienso que somos personas igual que los que vienen a insultar. Bien es cierto que es una minoría y no hay que tachar a todos por igual, pues la afición del Betis es muy grande y es verdad que nosotros tampoco les estamos dando nada. Somos los futbolistas los que estamos en el campo y los que tenemos que revertir esta situación.

 

¿Está compensada la plantilla?

–Todos creíamos en lo que teníamos a principio de temporada, lo que ocurre ahora es que cuando salen mal las cosas, se achaca a que no tenemos suficiente plantilla. Sin embargo, cuando arrancamos esta campaña nadie decía eso. El año pasado nos acabamos colando en UEFA. Ahora ha salido al revés y debemos cambiar la dinámica.

 

Mel, luego Garrido y ahora Calderón... ¿Con qué te quedarías de todos ellos?

–Para mí, Pepe Mel, qué te voy a decir. Devolvió a este club a Europa siete años después cuando nadie daba nada por nosotros y su destitución nos pilló por sorpresa. Garrido es un grandísimo entrenador, muy preparado, que sabe llegar al jugador; pero cuando la pelota no entra, el máximo responsable es el técnico. Calderón es diferente a los otros dos. Se acerca mucho más al futbolista. Cuando llegó se encontró con una plantilla cabizbaja, muy bloqueada y su objetivo desde el primer momento fue transmitirnos alegría para que nuestro estado de ánimo subiese.

 

¿La crisis institucional os pasa factura?

–Pienso que en el club están haciendo bien su trabajo aunque eso queda a parte. Nosotros estamos a lo nuestro. Sí es cierto que a la gente de fuera le afecta pero en el vestuario intentamos evadirnos de todo ello para intentar hacer nuestro trabajo lo mejor posible.

 

Quizás no es el mejor momento para hablar de ello, pero la pregunta es obligada... ¿Cómo marcha tu renovación?

–Siempre lo he dicho y lo sigo diciendo. Mi primera opción es el Betis. Si no puede ser pues tendrá buscarme la vida por fuera. Pero mi primerísima opción continúa siendo el Betis. Yo quiero quedarme aquí pese a las circunstancias que hay porque para mí este club en Segunda es más grande que diez equipos de Primera, sin dudarlo.

 

Por último, un mensaje para la afición...

–A la afición le digo que tenemos que estar más unidos que nunca. Sé que están cansados de escuchar esto, pero es la única manera de salir de donde estamos. Les estamos agradecidos por todo el apoyo que nos dan siempre y sólo les pido que de aquí al final, estén con nosotros a muerte, porque todos nos estamos jugando mucho y nadie quiere ver al Betis en Segunda División.