Ante problemas por resolver, hay salidas realistas y propuestas que empeoran los problemas para provocar mayores discrepancias y enfrentamientos. Hemos de saber remontar las dificultades que se nos presenten y encontrar las puertas que nos conduzcan a la claridad, y no nos perdamos en la oscuridad de la confusión.
Cualquier salida que encontremos nos debe reconciliar con nosotros mismos y con los demás, sin hacernos sentir solos y abandonados en el mayor de los miedos. Ser capaces de recuperar la tranquilidad y el sosiego entre lo real, lo imaginario y lo fantástico.
Si ante cualquier obstáculo , no es solo es fundamental analizar el fondo de nuestras actuaciones sino cuidar las formas , hemos de saber romper la monotonía para salir de la melancolía y no plantearnos destinos inexistentes , que no nos llevan a ningún lugar.
Tendremos que salvar riesgos y aprovechar oportunidades , superar el vértigo y no dejarnos atraer por los precipicios ni pensar que todo puede ser resuelto mediante fórmulas mágicas, o con parches que tapen muchos granos .
Hemos de tener las preguntas adecuadas para el antes y el ahora y preparar nuestras respuestas para el después, aunque no sepamos muy bien que es lo que nos espera .y en los tiempos que corren, la ciudadanía ha de completar su proceso de alfabetización digital, si queremos abordar con garantías procesos y tareas de resolución de problemas.
Siempre en una salida realista, debemos saber rectificar a tiempo, tener horizontes en las estrategias , tener la responsabilidad de no dejarnos dominar por las vísceras de la venganza y llegar a comprender las razones de cada cual sin pretender imponer las nuestras.
Es posible despertar lo olvidado , si ponemos toda la atención en hacerlo, si nuestro camino está lleno de oportunidades y no de prohibiciones , si descubrimos que siempre tenemos cosas nuevas que recordar y practicar, si estamos dispuestos a cambiar las pequeñas y las grandes cosas.
Tener una salida digna y posible de ejecutar , hay que saber explicarla bien , con claridad y sin degradar la comunicación, sin crear alarmismos ni desconciertos, sin complacencias que lejos de motivarnos nos paralizan y nos impiden ver más allá de nuestras narices.
Resulta difícil encontrar una salida , si somos incapaces de resolver nuestras incógnitas e incertidumbres , si no guardamos la prudencia y somos unos incontinentes verbales, si todo nos alarma y nada nos sensibiliza ,si cada vez nos parece que estamos más cerca de lo que jamás llegaremos a conseguir.
A veces nos pasamos la vida intentado encontrar una salida realista, y nos damos cuenta que en un momento hemos desaparecido y ya no estamos para que nos llenen de formulas hechas y retóricas sino para que nos seduzcan y convenzan con los hechos.
Pasamos demasiado tiempo como sujetos pasivos en esta sociedad, en lugar de protagonizar nuestros cambios como individuo y comunidad. Esta pasividad , no solo encierra grades riesgos sino que termina pasando factura y provocando fatiga.
Demasiadas veces lo grave no es lo que nos cuentan , sino aquello que no sabemos ni nadie nos desvela, no son los secretos mejor guardados, sino tal vez lo que encierran aquello que pasean por muestras narices diariamente y no logramos encontrar las razones de porqué y para qué ocurre.