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Córdoba

El Hospital Reina Sofía homenajea a las familias de niños prematuros

Con motivo del día mundial de este colectivo, el centro se ha decorado los espacios de acceso e interior de esta área con globos con formas de bebés

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  • El Hospital Reina Sofía -

El Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba ha homenajeado a las familias de los niños prematuros en el día mundial de este colectivo que se celebra cada año el 17 de noviembre.

Concretamente, profesionales de la Unidad de Neonatología, perteneciente a la Unidad de Gestión Clínica de Pediatría del hospital, han decorado los espacios de acceso e interior de esta área con globos con formas de bebés y de color morado, marcos y peluches, según informa la Junta en una nota de prensa.

Además, han bajado a la puerta principal del Hospital Materno Infantil para hacer una suelta de globos y hacer visible el objetivo de este día, que es "poner en valor el esfuerzo y desempeño diario de las familias que consiguen que la vida de sus hijos sean lo más feliz posible".

En los últimos siete años, el hospital ha registrado un incremento del número de nacimientos prematuros (antes de la semana 37 de gestación). Concretamente, la evolución desde el año 2010 al 2017 ha pasado del 5,88 por ciento del total al 9,23 por ciento. Es decir, el hospital registró en 2010 un total de 247 nacimientos de niños prematuros, mientras que en 2016 este número se incrementó hasta 337.

AVANCES Y MEJORAS

Para abordar las complicaciones derivadas de un parto prematuro, la Unidad de Neonatología ha puesto en marcha en los últimos años una serie de mejoras para favorecer el desarrollo neurosensorial y emocional del recién nacido como la implantación de los cuidados centrados en el desarrollo y en la familia (CCD).

Estos cuidados implican el desarrollo de acciones que se basan en la reducción de los niveles de estrés a través de la optimización del ambiente --luces, ruidos--, de la práctica del Método Canguro, evaluación y tratamiento del dolor, así como el reconocimiento de la familia como referencia permanente del recién nacido, haciéndoles partícipes de los cuidados de su hijo durante y después de la hospitalización.

En esta línea, los profesionales realizan talleres con los padres y madres en los que se pretende instruir a los padres en los cuidados de sus bebés prematuros, resolviendo dudas, etcétera.

Los profesionales de la unidad mantienen en estos momentos activas diferentes líneas de investigación relacionadas con la prematuridad, a través de la participación en estudios multicéntricos, así como de proyectos propios.

Por último, el equipo de Neonatología imparte formación periódica, reglada y acreditada en relación a la reanimación cardiopulmonar en sala de partos, alimentación con leche materna en situaciones de prematuridad extrema y actualización en CCD.

Tanto los avances obstétricos como las mejoras en la práctica clínica y en los cuidados neonatales han contribuido de forma considerable a la disminución de la morbimortalidad, según destacan desde la Junta.

Actualmente, el hospital universitario Reina Sofía ha registrado un ascenso en las tasas de supervivencia en los niños más inmaduros menores de 32 semanas y/o con 1.500 gramos de peso al nacer, pasando del 70 al 80-90 por ciento de éxito. A medida que la edad gestacional es mayor, aumentan las tasas de supervivencia y disminuye de forma progresiva la prevalencia de complicaciones a corto y largo plazo.

CAUSAS Y COMPLICACIONES

Aunque no es posible establecer una causa concreta de prematuridad, existen determinados factores de riesgo que pueden conducir a un nacimiento antes de lo esperado, como por ejemplo las edades de gestación --por encima de los 45 años o por debajo de los 18--, los partos prematuros previos, los abortos de repetición, enfermedades crónicas como la hipertensión, diabetes o cardiopatías y el bajo peso o la obesidad previa al embarazo.

Además, existen otros determinantes relacionados directamente con el feto o con el propio embarazo, como la gestación múltiple, la existencia de un ambiente social desfavorable, falta de control del embarazo, infecciones --urinaria, vaginal o uterina--, malformaciones fetales y consumo de alcohol, tabaco o drogas, entre otras.

La inmadurez con la que nacen estos niños condiciona su vulnerabilidad y aumenta el riesgo de complicaciones, ya que la mayoría de sus funciones biológicas se desarrollan fuera del seno materno, por lo que la calidad y complejidad de los cuidados y prestaciones aumenta.

Algunas de las morbilidades más frecuentes son las derivadas de la hipoxia-isquemia perinatal, el síndrome de dificultad respiratoria por inmadurez pulmonar, las infecciones, lesiones del sistema nervioso central y malformaciones, entre otras. Asimismo, a largo plazo, aumenta el riesgo de trastornos de salud y discapacidades como la parálisis cerebral, deficiencias en el lenguaje y aprendizaje, déficit de atención, etcétera.

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