La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Córdoba ha destacado este jueves "la labor de los agricultores, ganaderos y los titulares de explotaciones forestales y cinegéticas, como aliados en la lucha contra los incendios", cuestión en la que ha llamado a "la colaboración conjunta con las administraciones".
En este sentido y en una nota, Asaja ha alertado del "alto riesgo de incendio, que va a estar presente todo el verano, dada la gran cantidad de vegetación existente en nuestros campos, consecuencia de la alta pluviometría registrada la pasada primavera".
Así, "los pastizales y la vegetación arbórea y arbustiva se presentan con gran porte y en altas densidades, con el importante riesgo de incendio que tienen asociado. No se puede olvidar que se trata de material combustible que, al secarse, supone un alto riesgo de incendio".
Sin embargo, "las explotaciones ganaderas y cinegéticas, donde existe cabaña de ganado doméstico o especies de caza mayor, se presentan pastoreadas, con los pastos más reducidos y, por ello, con un menor riesgo de incendio".
Por tanto, el presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha manifestado que "no se puede olvidar la importantísima labor que los profesionales del sector agrícola, ganadero, cingético y silvícola desempeñan a lo largo de todo el año, para contribuir a que no ocurran grandes incendios cuando llega la época de peligro".
El pastoreo llevado a cabo en las zonas ganaderas tradicionales de la provincia hace que "en estas áreas no estén expuestas a grandes catástrofes, al estar los montes y las dehesas pastoreadas, y la carga de combustible vegetal susceptible de arder sea mínima".
Por otra parte, según ha señalado, "los agricultores realizan importantes labores que contribuyen a lo mismo, con los laboreos, la limpieza de olivares o la realización de cortafuegos perimetrales en los rastrojos tras las siegas, y es que está demostrado que los olivares en ambientes de sierra, cuando están limpios, podados y desbrozados, suponen áreas cortafuegos de origen agrícola, que pararían una hipotética propagación de un incendio".
Del mismo modo, los titulares de explotaciones forestales y cinegéticas "contribuyen a la prevención de incendios con la labor realizada a lo largo de todo el año, limpiando los montes, eliminando materia vegetal a través de trabajos como desbroces, cortas de árboles para aclarar las masas, podas, etcétera".
POLÍTICA FORESTAL
En este contexto, Asaja ha demandado "una nueva política forestal, por parte de las administraciones competentes, porque la que se ha llevado hasta ahora ha estado marcada por un ecologismo trasnochado, cuyo único fin ha sido sancionar a aquellos que habitan el medio y en poner todas trabas a las actividades tradicionales, que han venido desarrollando desde hace siglos en el medio rural".
"No sólo no hay política preventiva real --ha añadido--, sino que la que tradicionalmente se hacía con las limpiezas del monte, los usos ganaderos, etcétera, está continuamente coartada y coaccionada" y, además, según ha afirmado Fernández de Mesa, "ha habido un clamoroso abandono de las fincas públicas, no hay limpieza de las vías pecuarias, de las cunetas de caminos y carreteras, y se obstaculizan las labores de limpieza de los montes con la falta de apoyos a las fincas forestales y una inadecuada planificación y adaptación de los planes de prevención de incendios forestales".
Ante ello, Asaja ha querido "recordar a los responsables de la política forestal, tanto a nivel nacional, como autonómico, y a algunos grupos ecologistas, que las actividades tradicionales de agricultores y ganaderos en las zonas forestales son las que han mantenido el medio como tal, de ahí los actuales parques naturales, donde los que realizan estas actividades llegan a plantearse el abandono de las mismas por el continuo intervencionismo y las absurdas limitaciones a su actividad, lo cual está conduciendo en muchos casos a un abandono del monte, para hacerlo más natural y, por tanto, con muchos más riegos de incendios".
En definitiva, para Asaja son "posturas irracionales y extremas que conducen al final al mayor deterioro posible del medio natural, su destrucción" y, por ello, la patronal agraria pide "un cambio, tanto al Gobierno central, como a la Junta de Andalucía, en las políticas forestales, teniendo siempre en cuenta como eje central de las mismas a los que habitan y cuidan nuestros montes y dehesas, que no son otros que los titulares de las explotaciones ganaderas, cinegéticas, forestales y agrícolas".