El coronavirus ha desatado un enorme interés por determinadas películas que han abordado los efectos de una ficticia pandemia en el mundo. Una de las que más descargas ha registrado en las últimas semanas es
Contagio, dirigida por Steven Soderbergh hace nueve años, y en la que es inevitable encontrar determinados paralelismos con la situación que vivimos en estos momentos. No es el único caso.
De hecho, en las últimas semanas se ha hecho alusión recurrente, con escaso criterio, a
Guerra Mundial Z, que pertenece a un espectro catastrofista de diferente naturaleza. Más adecuada parece, aunque con desarrollo muy similar,
Soy leyenda, que ya adaptaba
El último hombre vivo, y sobre la que había en proyecto el rodaje de una precuela en la que se abordarían las causas del contagio que sufre la población mundial.
Otra opción, aunque decepcionante en su puesta en escena, es
Invasión, remake de uno de los grandes clásicos del cine fantástico de los 50:
La invasión de los ladrones de cuerpos, que sustituye aquí las vainas extraterrestres por un virus portado por una nave espacial que empieza a expandirse por el planeta transformando la voluntad de los seres humanos.
Mejor resultado dio
Estallido, la película de Wolfgang Petersen, un auténtico producto made in Hollywood, puro entretenimiento, con grandes estrellas (Dustin Hoffman, Morgan Freeman, Kevin Spacey, Renne Russo, Donald Sutherland...) y numerosas concesiones de guión, pero que retrata con acierto la expansión de un virus en una pequeña población y el trabajo de los epidemiólogos para encontrar una cura.
En este sentido,
Contagio, la película de Soderbergh podría calificarse como la versión seria de
Estallido. Es cine de catástrofes, y de autor; es decir, estrellas (Matt Damon, Marion Cotillard, Kate Winslet, Gwyneth Paltrow, Jude Law) y una poderosa estructura narrativa desde la que vaticina muchas de las situaciones desesperadas a las que ya nos estamos enfrentando y con la que es posible masticar el miedo que ya hemos experimentado con total desolación. Si quieren un consejo: no la vean ahora. Aguarden a que hayamos superado la crisis.