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Flor de Otoño, un soplo de aire fresco en una España que cambiaba

Cuando se cumplen cuarenta años de su estreno, "Un hombre llamado Flor de Otoño" ha sido reconocida como Película de Oro en el Festival de Cine de Málaga

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  • José Sacristán se travistió para ser Flor de Otoño en una película dirigida por Pedro Olea que fue una de las primeras en abordar la homosexualidad

Corría el año 1978, España estaba cambiando poco a poco y José Sacristán se travistió para convertirse en Flor de Otoño en una película dirigida por Pedro Olea que fue una de las primeras en abordar la homosexualidad en un periodo de paulatinas conquistas frente a la censura que ya había desaparecido.

Cuando se cumplen cuarenta años de su estreno, "Un hombre llamado Flor de Otoño" ha sido reconocida hoy como Película de Oro en el vigésimo primer Festival de Cine en Español de Málaga y recordada con cariño por sus dos principales artífices.

Para Sacristán, es "algo más que una película queridísima", porque ocurrió en un tiempo en el que "tenía una edad, un recorrido y un itinerario no sólo fílmico, sino emocional", que hacía que acudir cada día al rodaje fuera "la culminación de algo esperado, no sólo en lo puramente promocional".

"Teníamos conciencia de estar contando un capítulo de la historia de este país que había sido ocultado y perseguido", ha añadido el actor, que interpretó en esta historia ambientada en la Barcelona de los años 20 a un respetable abogado que cada noche se transforma en Flor de Otoño y actúa en un cabaré, además de planear junto a sus compañeros anarquistas un atentado contra Primo de Rivera.

"Lo que recuerdo más desagradable del rodaje son las uñas postizas, que llegaban a los sitios antes que yo, o tener que afeitarme dos veces algunos días", afirma Sacristán, que logró por este trabajo la Concha de Plata al mejor actor en el Festival de San Sebastián, y añade en tono jocoso que habría merecido "la de mejor actriz".

Pedro Olea ha relatado que animó al productor José Frade a que comprara los derechos de la obra teatral en la que está basada la película, escrita por José María Rodríguez Méndez, pero tenía claro que éste no debía adaptar el guion, porque "cine y teatro son lenguajes diferentes y los escritores siempre barren para casa".

Primero pensó en José Luis Gómez para interpretar a Flor de Otoño, pero cree que a este actor "le daba miedo el primer plano de travesti" y no terminaba de darle una respuesta afirmativa.

Un día fue a ver la película "Parranda", de Gonzalo Suárez, para convencer allí a José Luis Gómez, y en ese momento descubrió a Sacristán.

Al terminar la película, fue a hablar con Sacristán, le preguntó si conocía la obra de teatro y el actor le contestó que "mataría por hacer ese personaje".

"Pepe (Sacristán) fue mucho más que un protagonista y actor, porque también escribió la letra de la canción 'Loca', inspirada en un cuplé, una letra que es un disparate maravilloso", ha resaltado Olea.

El director ha recordado cómo el actor intervino además de forma decisiva para cambiar una de las escenas más importantes de la película, cuando el protagonista, antes de cometer el atentado, quiere que su madre "sepa la mujer que lleva dentro".

Sacristán "se sentía incómodo, cambiamos la escena y le quitó el esperpento y lo llevó al melodrama, así que es tan autor como Rafael Azcona y como yo", asegura Olea.

En el capítulo de anécdotas está la fugaz aparición en la película de un joven Pedro Almodóvar, al que había descubierto durante una reunión en la casa de Fernando Colomo.

"Un día apareció Almodóvar con un proyector con el que nos puso unos tráiler de películas mudas a los que él les ponía la voz. Nos quedamos con la boca abierta, y cuando se fue todos dijimos que por fin había una bocanada de aire fresco en el cine español".

Almodóvar le pidió trabajar en la película, lo hizo como ayudante de dirección y, cuando se ofreció a hacer un papel, apareció como La Reina de la Banana, una de las artistas de ese cabaré barcelonés.

Para Pedro Olea, la película se estrenó en un momento en el que "el franquismo estaba escondido debajo de la moqueta", y "ahora la censura es peor".

"Quizás ahora no se podría hacer, porque igual en las redes se diría que soy vasco y que esto es una defensa del terrorismo, y no habría ninguna televisión que financiara esto".

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