Serván recordó que esta situación se vuelve a producir un año más, incluso tras los trabajos que se acometieron durante el invierno. “Parece ser -comentó el edil- que no han dado los resultados que esperábamos, lo que sumado al reciente temporal de levante, ha provocado un nuevo cierre en menos de un mes de la última actuación”.
El edil recordó que el Ayuntamiento no tiene la competencia en este ámbito. “Desde la Delegación de Medio Ambiente hemos pasado un informe a la Demarcación de Costas para que actúe lo más rápido posible. Hay que recordar que además este problema puede repercutir en el mismo estuario del río Guadiaro -continuó- donde conviven no sólo especies marinas, sino también avícolas, que se verían también perjudicadas por la temperatura del agua y la falta de oxígeno”.
En este sentido, Serván ha instado a Costas y a la propia Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía a que realicen los trabajos que sean de su competencia para que no se tenga que lamentar ningún desastre ecológico, que podría comenzar con la muerte de peces en cuestión de días.
“Pedimos que sea con urgencia, pero además con una solución permanente, ya que año tras año se repite este problema, lo que puede que ocurra en muy breve espacio de tiempo si no se actúa correctamente”, finalizó.
A principios del pasado mes de octubre, y tras un nuevo taponamiento que tuvo lugar dos meses antes, el alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, reclamaba al Gobierno de la Nación una actuación de urgencia para evitar la muerte de peces. Pero, sobre todo, que la Demarcación de Costas lleve a cabo un estudio para resolver, de manera permanente, este problema.
En octubre de 2016, el alcalde pidió a la Demarcación de Costas que realizase un estudio que sirviese para resolver el problema de manera permanente, ya que desde el Ayuntamiento se considera que la retirada de 10.000 metros cúbicos de arena de la desembocadura fue insuficiente, por lo que se solicitó la extracción de más de 50.000 en aquella ocasión. Y que ese material se depositara en la playa de Sotogrande.
El pasado 25 de agosto, una retroexcavadora municipal comenzó a abrir la bocana del río Guadiaro, nueve días después de que la arena cegara la desembocadura y tras varias peticiones del Ayuntamiento a la Demarcación de Costas para que actuara de urgencia y evitara la muerte de peces. Costas retomó la actuación en los días siguientes, y retiró 10.000 metros cúbicos de arena que se depositaron en la cercana playa de Sotogrande.
Serván recordó que esta situación se vuelve a producir un año más, incluso tras los trabajos que se acometieron durante el invierno. “Parece ser -comentó el edil- que no han dado los resultados que esperábamos, lo que sumado al reciente temporal de levante, ha provocado un nuevo cierre en menos de un mes de la última actuación”. El edil recordó que el Ayuntamiento no tiene la competencia en este ámbito.
“Desde la Delegación de Medio Ambiente hemos pasado un informe a la Demarcación de Costas para que actúe lo más rápido posible. Hay que recordar que además este problema puede repercutir en el mismo estuario del río Guadiaro -continuó- donde conviven no sólo especies marinas, sino también avícolas, que se verían también perjudicadas por la temperatura del agua y la falta de oxígeno”.
En este sentido, Serván ha instado a Costas y a la propia Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía a que realicen los trabajos que sean de su competencia para que no se tenga que lamentar ningún desastre ecológico, que podría comenzar con la muerte de peces en cuestión de días. “Pedimos que sea con urgencia, pero además con una solución permanente, ya que año tras año se repite este problema, lo que puede que ocurra en muy breve espacio de tiempo si no se actúa correctamente”, finalizó.
A principios del pasado mes de octubre, y tras un nuevo taponamiento que tuvo lugar dos meses antes, el alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, reclamaba al Gobierno de la Nación una actuación de urgencia para evitar la muerte de peces. Pero, sobre todo, que la Demarcación de Costas lleve a cabo un estudio para resolver, de manera permanente, este problema.
En octubre de 2016, el alcalde pidió a la Demarcación de Costas que realizase un estudio que sirviese para resolver el problema de manera permanente, ya que desde el Ayuntamiento se considera que la retirada de 10.000 metros cúbicos de arena de la desembocadura fue insuficiente, por lo que se solicitó la extracción de más de 50.000 en aquella ocasión. Y que ese material se depositara en la playa de Sotogrande. El pasado 25 de agosto, una retroexcavadora municipal comenzó a abrir la bocana del río Guadiaro, nueve días después de que la arena cegara la desembocadura y tras varias peticiones del Ayuntamiento a la Demarcación de Costas para que actuara de urgencia y evitara la muerte de peces. Costas retomó la actuación en los días siguientes, y retiró 10.000 metros cúbicos de arena que se depositaron en la cercana playa de Sotogrande.
