Los estibadores y la patronal han firmado hoy la apertura de un proceso formal de negociación que se prolongará el tiempo necesario, aunque los sindicatos mantienen la huelga, cuya desconvocatoria supeditan a la retirada del real decreto-ley de reforma de la estiba aprobado el pasado viernes.
Tras calificar de "positiva" la reunión de hoy con la patronal, el líder de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM), Antolín Goya, ha señalado que la huelga no tiene nada que ver con el proceso de negociación entre estibadores y empresas, por el que ambas partes intentan "buscar soluciones al descalabro que crea el real decreto-ley".
El decreto-ley es el "verdadero causante" del preaviso de huelga, ha dicho Goya, para quien el Ministerio de Fomento tiene que posibilitar que esa mesa de negociación sea más productiva y pueda alcanzar acuerdos para solucionar la situación, aunque también ha matizado que "muy difícilmente" de lo que hablemos aquí se podrá llegar a una fórmula que permita la desconvocatoria.
Goya ha subrayado que la única forma de que eso fuera posible es que haya una reflexión por parte del Gobierno, una retirada del decreto-ley y la apertura de un proceso de negociación "de verdad", del que patronal y sindicatos sean partícipes.
El presidente de del Consejo Económico y Social (CES), Marcos Peña, mediador en el proceso de negociación, informará mañana a ambas partes del calendario de reuniones.
El director gerente de Anesco, Pedro García, ha calificado de "muy positivo" el encuentro, ya que "vamos avanzando", aunque ha reconocido que el ritmo va a ser "lento" porque se trata de un problema "complejo".
Según García, las partes se han comprometido a un proceso "continuado" de negociación basado en tres principios: compromiso con la continuidad en el empleo de los trabajadores portuarios, gestión en el futuro del excedente en el caso de que existiera, a través del acuerdo y los procedimientos legales previstos, así como los mecanismos de subrogación
También se buscará garantizar la competitividad de las empresas, negociando las medidas organizativas que las favorezcan, y a continuar el proceso de negociación "hasta dar respuesta a las nuevas necesidades que afectan al sector", ha detallado García.
El mediador ha coincidido con ambas partes al explicar que la negociación que se abre va a ser "lenta, farragosa y pesada", pero "estamos en un proceso de gestión razonable de las cosas" y las partes se comprometen a "estar sentadas aquí hasta que se resuelve".
Según Goya, las empresas han trasladado a los sindicatos su disposición a hablar de todo, pero necesitan saber cuál es exactamente el nivel óptimo de las plantillas en cada puerto y eso requiere hacer un estudio.
También necesitan saber "hasta dónde está dispuesto llegar Fomento con posibles ayudas o fórmulas que pudieran apoyar esta negociación", ha añadido.
Goya ha insistido en que un tema esencial para los estibadores es la garantía del empleo y, hasta que no se aclare cuál es la plantilla que las empresas están dispuestas a asumir, "tenemos ahí un escollo importante que sería lo primero en debatir y aclarar".
Aunque "vamos a hacer todo el esfuerzo posible con las empresas para buscar puntos en común, quién realmente está ocasionando esta situación y tiene la clave para que esto se normalice es el decreto", ha insistido.
Si no hay "ningún cambio sintomático" por parte del Gobierno, evidentemente va a haber huelga, que es "nuestra única posibilidad de mostrar nuestro rechazo al decreto".
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha alertado esta mañana de que las empresas podrían desviar su actividad definitivamente desde los puertos españoles a otros países si la huelga de estibadores se prolonga.
Ha detallado que hasta ahora se han producido desvíos provisionales, pero que podrían convertirse en definitivos si la huelga se alarga, ya que hay empresas que "están valorándolo".
El ministro ha pedido "responsabilidad" a los grupos políticos para que convaliden el decreto en su trámite parlamentario.
Sin embargo, los sindicatos consideran que la garantía del empleo "debería estar refrendada en el propio decreto-ley", ya que no sería lógico que hubiera un acuerdo con las empresas y, al mismo tiempo, el decreto-ley, que plantea "todo o contrario: el despido masivo con subvención pública".
Es necesario que el decreto asuma parte de los términos de los que se negocien, ha concluido Goya.
