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Escrito de Pepe Ojeda Luque por el fallecimiento de Rafael Piñero

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Si de verdad hay un comunicador que sienta en lo más profundo de su ser la pérdida del entrañable compañero Rafael Piñero Benítez, ése soy yo, porque durante mis cuatro décadas de pertenencia a Radio Algeciras (SER), la mayoría como Jefe de programación, tuve la suerte de descubrir y posteriormente “fichar” a un espigado joven, que a parte de ejercer su inicial profesión, destacaba por su entusiasmo por el deporte, a pesar de sus deficiencias visuales, algo que le acompañó a lo largo de su vida, pero  que no fue óbice para que desarrollara una positiva y fecunda labor en la emisora decana, convirtiéndose en la “brazo derecho” durante muchos años de quien esto escribe, todavía impactado por el fallecimiento del querido Rafael. Entró en el medio para informar semanalmente del futbol base algecireño, para después pasar a formar parte de la redacción deportiva de una emisora que todavía estaba dirigida por su fundador D, Pedro Liñana Domínguez.

Alternamos momentos de inmensa felicidad, como por ejemplo, el primer y más celebrado ascenso del Algeciras C.F. a Segunda División y los que vinieron detrás, y otros de gran tristeza como una serie de descensos. Rafael Piñero era un prodigio en cuanto a memoria se refiere. Bastaba que le apuntaras un detalle esporádico para que te contara la pertinente historia con todo lujo de detalles.

Podría extenderme más pero la premura del tiempo y del espacio, solo me permite señalar que con Rafael Piñero, antena de oro de Radio Algeciras e insignia de oro, del primer equipo local, entre otros muchos reconocimientos, se nos va un grande de la comunicación deportiva de la comarca, que yo, especialmente, recordare con admiración y cariño.

Al margen de todo lo escrito sobre su categoría profesional, Rafael era una gran persona y un excepcional cabeza de familia, siempre apoyado por su abnegada esposa Antonia y en su único hijo.

¡Descansa en paz, querido compañero! El deporte algecireño está hoy de luto.

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