El Algeciras se ha llevado el Clásico comarcal del Campo de Gibraltar al imponerse por la mínima a la Balona en el Nuevo Mirador. Un gol de Iván, con mucha fortuna, ha dado el triunfo a los de Iván Ania en un partido jugado de poder a poder.

Con un magnífico ambiente en el Nuevo Mirador, el gran derbi entre los dos equipos de la comarca, el primero en este escenario en Primera RFEF, no ha defraudado, ofreciendo un gran espectáculo, ocasiones por parte de ambos y mucha emoción.

Desde su arranque, el partido derrochaba un alto voltaje. A los dos minutos de juego el colegiado invalidó una jugada que acabó en gol de Jesús Muñoz al rematar, en posición de fuera de juego, un saque de falta de Antoñito. Fue una muestra del comienzo intenso, con una Balona más incisiva que su rival, a pesar de un tiro desde fuera del área de Renato Santos (6’) que salió alto. Los visitantes casi sorprendieron de nuevo en otro saque de falta, en el minuto 9, otra  vez con remate de Jesús Muñoz, que Jordi Figueras sacó casi en la línea de gol.

El primer tramo, de dominio visitante, dio paso a una fase en la que el partido empezó a calentarse y vivió sus momentos más tensos, con un encontronazo entre Oliva y Figueras y la desesperación de Roni al señalarle una falta en ataque mientras reclamaba ser objeto de faltas, mientras Leiva y Loren también se las traían en su banda.

Al igual que en el arranque la Balona inquietó a balón parado, el Algeciras también lo hizo cuando se calmaron los ánimos. Una falta lanzada por Álvaro Romero en el minuto 21 la sacó Varo con una gran intervención. En el 27’ avisaron los locales en un saque de esquina. Ya en el tramo final de la primera parte el conjunto albirrojo pasó a tener el control del juego y dispuso de un par de ocasiones claras. En el 34’, un buen remate de Roni lo volvió a sacar Varo con un paradón. En el 41’ Figueras firmó la última ocasión del primer acto con un remate tras un saque de esquina que rozó el palo.

La segunda parte arrancó con el Algeciras tratando de aprovechar la inercia del final de la primera. En los primeros compases reclamaron los albirrojos una mano en el área linense que el colegiado no señaló como penalti y en el 54’ tampoco lo hizo en una caída de Iván dentro del área.

Aunque parecía que los locales habían salido fuertes y controlaban el juego, asomándose al área rival, la Balona pudo cambiar el signo del partido. En el 57’ un contraataque por la banda izquierda acabó en un centro de Ruane que Leandro no acertó a rematar con precisión. Poco después, en el minuto 64, Antoñito se encontró con un balón en el área pero su remate se fue alto, perdonando al equipo de su ciudad natal en una ocasión clara.

Inesperado
El Algeciras había empezado a desesperarse tras los dos sustos sobre su portería y tras haber perdido la fluidez en el juego.  Fue en esos momentos, cuando el partido, además, estaba en casi en un compás de espera tras una serie de cambios, cuando llegó el gol, en el momento menos esperado.

Uno de los recién entrados al campo en esa serie de cambios, Tresaco, tocó para Roni y su disparo lo desvió, de cabeza, el capitán, Iván, como pudo, y su remate tocó en un defensa, lo que hizo imposible que Varo pudiese hacer algo para evitar el tanto. El Nuevo Mirador estalló con el tanto y se propuso llevar en volandas a los suyos para evitar que los puntos se escapasen. El Algeciras se creció y un minuto después Roni pudo marcar, pero su disparo se marchó alto.

Con una afición entregada y el marcador a favor, el Algeciras se mostró más entero que su rival en la recta final, evitando una reacción de la Balona que tampoco parecía llegar, sobre todo en los primeros minutos después del gol, que dejó noqueado a los albinegros.

El triunfo deja al Algeciras a dos puntos de la promoción de ascenso y con ocho puntos sobre el descenso. La Balona, por su parte, mantiene la distancia de cuatro puntos sobre el descenso y se sitúa a seis puntos de la promoción de ascenso. Los albirrojos encadenan dos victorias seguidas casi cinco meses después, mientras que los linenses, a pesar de enlazar seis desplazamientos sin marcar, no salen muy damnificados.