La temporada del Cádiz Club de Fútbol es sencillamente fantástica. Por sexta vez en su historia, el submarino amarillo logra ascender a Primera División, aunque aún le puede poner la guinda a una campaña que ya es de matrícula de honor.
El conjunto de Álvaro Cervera tiene en su mano ser campeón de Segunda División, algo que solo ha logrado una vez en su historia, y fue en el último ascenso a Primera, en la temporada 2004/2005 con Víctor Espárrago en el banquillo.
En la campaña 1939/40 también quedó en primera posición en Segunda, pero en aquella temporada había cinco grupos en la categoría de plata del fútbol español y para ascender había que jugar una liguilla entre los campeones de todos los grupos.
Las cuentas para ser campeón de Segunda División son muy sencillas: un punto. El submarino amarillo necesita un empate en las dos jornadas que le quedan para ser quedar primero de forma matemática esta temporada.
Los amarillos se enfrentan este viernes al Girona en Montilivi y el próximo lunes en el Ramón de Carranza cierran la liga contra el Albacete BP. Si logra como mínimo un empate en uno de estos dos partidos, será campeón de Segunda División.
También podría serlo perdiendo sus dos partidos, ya que si la SD Huesca pierde o empate alguno de los dos choques que le restan hasta final de liga, el Cádiz CF también sería campeón.
El conjunto aragonés juega este viernes contra el CD Numancia en El Alcoraz y el próximo lunes contra el Real Sporting en El Molinón.
En resumen, para ser campeón de grupo, al Cádiz Club de Fútbol le vale un empate contra Girona o Albacete BP, con un punto es suficiente, o que la SD Huesca no gane alguno de los partidos que le quedan.
Si esto ocurre, el submarino amarillo le pondrá la guinda a un año histórico.